Ulrike Rosenbach es una artista pionera en el videoarte en Alemania. Su trabajo se caracteriza por criticar la mirada tradicional de las mujeres, construida por hombres, y replantea esta identidad desde el feminismo.
En la década de los 60 se pusieron a la venta cámaras de videograbación portátiles, a bajo costo y de fácil manejo. Varios artistas encontraron en esta nueva modalidad una forma de manipular imágenes y sonidos en tiempo y espacio, a eso se le denominó videoarte.
Esta corriente artística nació como contrapropuesta del cine y la televisión imperantes en todo el mundo como únicas formas de expresión, pero de acceso restringido a quienes quisieran proponer piezas libres y diferentes.
Artistas como Lisa Steele, Juan Downey, Norman Cowie, Baryl Korot, Eve Sussman, Shigeko Kubota, Nam June Paik, Stan Douglas, Gary Hill, Vico Acconci, Douglas Gordon, Bill Viola, Tony Oursler, Valie Export, Joan Jonas, Pipilotti Rist, Dan Graham, Ira Schneider, Wolf Vostell y Peter Campus, entre otros, son algunos representantes del videoarte en América Latina, Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia.
Ulrike Rosenbach nació en Alemania en 1943, estudió escultura en la Academia de Bellas Artes de Düsseldorf donde incursionó en el video, el performance e instalación.
En sus primeras piezas experimentó con imágenes electrónicas proyectadas en obras conocidas mundialmente como en su obra Reflections on the Birth of Venus de 1976.
Al igual que Orlan, bioartista conocida por realizar performances quirúrgicos en su cuerpo, Rosenbach considera que el concepto de mujer, al menos en el arte, es una mirada de hombres, y no la suma de pensamientos de las propias mujeres.
Durante su formación universitaria estudió con Joseph Beuys, multifacético artista alemán del Colectivo Fluxus.
La autora, miembro del movimiento feminista alemán, viajó por varios países para participar en actividades del Woman´s Building, un movimiento artístico feminista en la década de los 70 fundado por Judy Chicago, Sheila Bretteville y Arlene Raven.
Con sede en Los Ángeles, California, el movimiento impartió talleres de artes visuales, diseño gráfico, video y literatura para fomentar la creatividad y capacidad de las mujeres.
Ulrike Rosenbach ha recibido varios premios, entre ellos el Premio Renania del Norte-Westfalia y el Gabriele Munter por su trayectoria.