En la intersección entre la estética visual cautivadora y la profundidad filosófica del taoísmo, Lara Zankoul, artista libanesa autodidacta, ha dejado su huella única en el mundo de la fotografía.
Su obra invita a los espectadores a sumergirse en un mundo donde la simetría, el yin y el yang, y la naturaleza cíclica de la existencia se entrelazan de manera magistral.
Zankoul, cuyo trabajo ha sido destacado en exposiciones colectivas anteriores, ha llevado su enfoque experimental y su capacidad para construir mundos dentro de sus fotografías a un nuevo nivel en su última serie, "Symmetry". Inspirada en la filosofía taoísta, la serie representa una exploración visual de los ciclos de ser y volverse, enraizados en la dualidad esotérica del yin y el yang.
Su trabajo suele poner de relieve la simetría como un tema central. Desde la disposición de objetos hasta la elección de colores y la presencia de géneros, Zankoul utiliza la simetría como una herramienta para transmitir la ilusión de un ciclo infinito, sugiriendo que, aunque la vida se repite, siempre avanza.
En una entrevista, Zankoul describe cómo su obra busca establecer un diálogo entre lo visual y lo filosófico. Al fusionar elementos taoístas con símbolos religiosos, mitológicos y esotéricos, la artista crea una narrativa que trasciende lo puramente estético para abordar las profundidades del conocimiento y la sabiduría.
La obra de Lara Zankoul en Guy Hepner no solo es un testimonio de su habilidad técnica y artística, sino también un recordatorio de la capacidad del arte para explorar las complejidades de la existencia humana. Su enfoque interdisciplinario y su fusión de estilos y filosofías establecen un nuevo estándar en la escena artística contemporánea.