Las imágenes que captura la fotógrafa rusa Julia Buruleva son atrevidas, inusuales y sumamente llamativas por la paleta de colores que le gusta emplear.
Actualmente esta artista vive en Barcelona, España, pero su trayectoria profesional comenzó cuando decidió estudiar fotografía en su natal San Petersburgo pues lo que buscaba era capturar la magia de todo aquello que veía a su alrededor.
Después de graduarse, Julia se mudó a Moscú, donde se convirtió en fotógrafa de bodas, una profesión que ejerció durante 12 años.
En aquel momento ya se había consolidado como una de las mejores fotógrafa de dicho segmento, pero la artista sentía que le faltaba algo ya que no podía expresar, ni mostrar, todo aquello que imaginaba si solo seguía cubriendo bodas, así que decidió arriesgarse y cambiar su vida por completo.
No lo pensó mucho más y Julia Buruleva en un acto bastante impulsivo, pero necesario, agarró sus maletas y decidió viajar para encontrar un lugar en el que pudiera trabajar de lo que siempre había soñado y así es como llegó a Barcelona.
Empezar de nuevo no le fue nada sencillo, pero logró lo que tanto buscaba: romper los patrones que conocía y dirigir su talento hacia otra dirección, una mucho más creativa.
Apasionada del mundo de la moda, el arte y la fotografía conceptual optó por crear escenarios inspirados en la naturaleza y la ciencia para que estos resultaran tan coloridos como asombrosos.
A Julia Buruleva lo que le interesa capturar a través de sus imágenes es la fascinación como concepto, un reto enorme debido a la complejidad de esto.
Esta artista rusa siempre, de una u otra forma, desea cautivar a través de sus simbólicas creaciones ya que su objetivo es jugar con su público, crear nuevas realidades y sencillamente echar a volar la imaginación.
Así, inspirándose en su entorno, Julia Buruleva está decidida a no detenerse ante nada para materializar sus sueños y fantasías y crear mundos irresistiblemente inconcebibles y fantásticos.