Vito Acconci fue un artista que se caracterizó en sus inicios por explorar la sexualidad, la violencia y el dolor en sus creaciones performance o de videoarte utilizando su cuerpo como lienzo y pincel.
El videoarte nació en la década de los 60 en Estados Unidos cuando se produjeron en serie las primeras cámaras de video. Los artistas de esta corriente tomaron imágenes y sonido y las manipularon para manifestar una idea determinada.
Así nacieron videoartistas como Douglas Gordon, Bill Viola, Tony Oursler, Valie Export, Nam June Paik, Joan Jonas, Pipilotti Rist, Dan Graham, Marina Abramovic y Peter Campus, entre otros en todo el mundo.
Vito Acconci nació en Nueva York en 1940, y estudió literatura en la Universidad de Iowa. En sus inicios, Acconci incursionó en la poesía, en el body art (arte corporal) y en el performance.
Acconci abordaba en sus trabajos el desnudo y la sexualidad porque eran temas que escandalizaban a la sociedad norteamericana.
En la década de los 70, Acconci realizó el performance Semilleros para el cual se acostó debajo del suelo de una sala de exhibición y comenzó a masturbarse al tiempo que narraba sus fantasías sexuales que se escucharon en todo el recinto porque contaba con una bocina y un micrófono.
Los asistentes se paseaban por la sala sorprendidos e incómodos y buscando con la mirada al autor de los gemidos y expresiones sexuales.
Al autor se le considera como uno de los precursores del arte corporal porque utilizaba su cuerpo como lienzo y pincel a la vez. En varios actos performances se hizo heridas en brazos y piernas con sus propios dientes, en las marcas que le quedaban en la piel colocó tintas para calcarlas en papel.
Cansado, tal vez del performance, en la década de los 90 dio un giro hacia la arquitectura de espacios subterráneos porque aseguraba que no había un solo lugar en el mundo sin arquitectura.
Sus propuestas arquitectónicas fueron consideradas “del futuro” en aquel momento.
Vito Acconci falleció un 27 de abril de 2017 por una enfermedad cardiovascular.