Osman Hamdi Bey fue un pintor intelectual, experto en arte y también un excelente arqueólogo otomano.
Nacido el 30 de diciembre de 1842 como el hijo de Ibrahim Edhem, otro reconocido historiador y maestro del arte y lenguas en Turquía, cuando pensamos en Osman Hamdi Bey es imposible no referirse a uno de los personajes más importantes del arte turco, no solo por ser las distinguibles pinceladas de la realidad del país, sino también por convertirse en el pionero de la profesión de comisario de museo en Turquía.
Desde una pronta edad, fue acarreado a estudiar derecho en Estambul, una profesión que destacaba en el Impreio Otomano, y luego a París, donde a pesar de sus buenas calificaciones y los alientos de su familia, se enamoró del arte, por lo que abandonó las leyes y giró a desarrollar su pintura.
Fuente: Pera Museum
A lado de Jean-Léon Gérôme y Gustave Boulanger, se formó en arte y en cultura bajos los detalles y los colores postimpresionistas de Paul Gauguin, Edgar Degas y Paul Cézanne. Permaneció en la capital francesa nueve años, y su estancia coincidió con la primera visita de un sultán otomano a Occidente, Abdülaziz, quien había sido alumno de francés de su padre, y ahora había sido invitado a la Exposición Universal de 1867 por el emperador Napoleón III.
Esencialmente, el Medio Oriente no se sabía cómo crecer económica y socialmente hasta que los ciudadanos occidentales viajaron a sus estados, y con ellos trajeron los estándares occidentales/europeos. Una vez que se aplicaron en este entorno, la gente de estos condados se volvió extremadamente curiosa, ya que les nació este deseo y necesidad de aprender más sobre otras partes del mundo, y Europa era lo más fascinante en absoluto.
Debido a que lo extraordinario de los aspectos ajenos empujaba a la cultura otomana a buscar otros lares, la visita del sultán no solo era con fines turísticos, sino para poder aprender cómo expandir las visiones pictóricas turcas hacia el resto del mundo. Al encontrarse con Hamdi Bey, una de las primeras personas en explorar este mundo exterior, el arte otomano estaba por fin encontrando su camino hacia la globalización.
Al regresar de Francia, el movimiento imperialista en su país estaba en marcha, y la gente de su comunidad estaba interesada en la construcción del primer Museo Imperial Otomano, un recinto que se estableció por motivos educativos. La sociedad en Turquía se estaba modernizando y por eso el enfoque del espacio no estaba en antigüedades, sino en la tarea bivalente de glorificar el imperio a través de la práctica de la exhibición.
Antes de que se definiera el liderazgo de esta instución, el aún joven ilustre fundó el Museo Arqueológico de Estambul, y se convirtió en su director en 1881. Su gusto y energía hicieron mucho para establecer la reputación del recinto, a la par de sus impresionantes colecciones de antigüedades grecorromanas. Para ello, no solo era importante el talento, sino la influencia en el gremio, un gesto que el artista siempre cuidó y cultivó, entendiendo que podía realizar poco, pero bien difundido gracias a su don de gente.
En 1892, tras ya una amplia carrera como una especia de gerente de recintos culturales, Osman fue elegido como el director del tan esperado Museo Imperial Otomano. Y aunque en algunas esferas se creía que consiguió el trabajo gracias a que su padre tenía conexiones con el museo, Hamdi era un claro candidato por su tiempo sirviendo y trabajando en la capital francesa.
El romanticismo y la modernidad fluían de Europa al Imperio Otomano, y ahora, Osman estaba a la cabeza de esto.
Por esto, y por medio de sus intentos en el lienzo, una choque de las características occidentales y orientales por medio de un paisaje o suceso histórico importante, el reconocido personaje influyente de la sociedad realizó pinturas que se convierten en documentos de las esperanzas, intenciones y frustraciones de esta revolución cutlural que vivía su país.
Osman Hamdi Bey vivió para transmitir temas y significados del Medio Oriente. Su legado son las ideas de modernidad y su influencias que contribuyeron a la evolución del Imperio Otomano, vivas hasta el día de hoy.
Murió el 24 de febrero de 1910.