A través de sus paisajes y retratos, el pincel de Feyhaman Duran se realza como uno de los más trascendentes del impresionismo turco, una corriente encantadora.
Nacido el 17 de septiembre de 1886, Feyhaman se enroló en 1895 en la escuela secundaria Gaalatasaray Sultani, graduándose en 1908 y teniendo que dejar de lado su amor a la pintura debido a la necesidad de tener que solventar sus gastos.
Fuente: Feyhaman Duran Culture and Art House
Como forma de acercarse nuevamente a lo que más le gustaba, ese mismo año empezó un segundo trabajo como maestro de caligrafía en la escuela a la que él mismo asistió.
Su talento no tardó en ser descubierto por Tevfik Fikret, así como por Vicen Arslanyan Efendi y Sevket Dag, todos maestros de la escuela, quienes convencidos por la naturalidad de sus lienzos, formaron una asosiación para que el joven Feyhaman pudiera expandir sus conocimientos en París, una ciudad que mejor adoptaría sus modelos impresionistas y paisajes con base de colores pastel.
Para 1911, por medio del apoyo de Abbas Halim Pasha, el príncipe que apoyaba el financiamiento de la ciudad, el estudiante pudo llegar a la capital de las artes y estudiar junto a Paul Richet en el Paris Academy of Fine Ars, con quien amplió sus horizonte artísticos, inclusive interesándose por disciplinas ajenas a la suya, como la medicina.
Este acercamiento, por más lejano que pareciera a su oficio, le otorgó una forma distintiva al trato de sus personajes, quienes lejanos a otros maestros del impresionismo, formaban parte de la narrativa del paisaje, adoptando formas similares a artistas como Gaugin y Van Gogh.
En la antesala del estallido de la Primera Guerra Mundial, Feyhaman Duran aprovechó todos los aprendizajes que aún le quedaban en tierras europeas, pero para julio de 1914, el pintor debió regresar a Estambúl, donde conoció al Dr. Akil Muhtar, quien lo invitó a formar parte de exposiciones que le dieron una notable exposición alrededor del mundo, formalizando así su anexo a la Generación de 1914.
Conoció a sus colegas Ibrahim Calli y Sami Yetik, con quienes fue testigo de las revoluciones sociales de su país y platicó sobre las teorías del impresionismo, postimpresionismo, simbolismo, cubismo y futurismo.
Dado su gran capacidad de aprendizaje, en su país se volvió un importante catedrático, dando clases sobre artes e historia con el mismo encanto, resaltando entre sus contemporáneos especialmente en la disciplina docente. Con su talento unido al de sus colegas, fundó la Unión de Bellas Artes, donde trabajó hasta el final de su vida.
Fuente: Feyhaman Duran Culture and Art House
En 1922 se casó con su estudiante Guzin Hanim, quien le ayudó a cimentar la escuela mixta de Fine Arts, donde continuó impartiendo dibujo hasta 1938, cuando se dedicó a temas políticos, aunque ya no dejando de lado su talento de pintar, ahora, a lado de su esposa.
Dedicándose a hacer retratos de destacados políticos de la era republicana, desde los presidentes Mustafa Kemal Atatürk e İsmet İnönü hasta el ministro de Educación reformista Hasan Âli Yücel, el pintor turco se estableció como una importante figura de la época.
A partir de ahí, sus pinturas lo colocaron como un testigo de primera mano de la transformación social de su país.
En 1951 se retiró por lo que se volcó de lleno a sus paisajes, aunque con menos vitlidad y vigor que en sus primeros años. Aún después de su muerte el 6 de mayo de 1970, sus paisajes de Süleymaniye, el Bósforo y las islas de Estambul ofrecen una visión completa de la historia de Turquía.