El concepto de Arte Africano Contemporáneo siempre ha sido complejo de definir. Pero por una buena razón; el continente abarca 54 países, y cada uno con su propia cultura, tradiciones y estructuras sociales únicas.
Además, la enorme diáspora provocada por el colonialismo complica aún más esta definición. En consecuencia, definir una idea exacta del Arte Contemporáneo Africano es y parece ser prácticamente imposible. Hay algunos factores clave que podemos observar para comprender qué es lo que ha hecho que la escena artística africana sea lo que es hoy.
Y es que en la gran mayoría de las veces, una obra de arte africana combina varios o todos los elementos. Del mismo modo, hay artistas que figuran en el establecimiento político y los que son condenados al ostracismo y despreciados; y algunas formas de arte pueden ser realizadas por cualquier persona, mientras que otras exigen la devoción de un experto.
Para comenzar a desmenuzar y dar una idea más general, es imprescindible dar un repaso a los orígenes del Arte Africano Contemporáneo, lo que se conoce como negritud y pos-colonialismo.
Contemporary African Art, presentado por ARTCURIAL
La negritud fue principalmente un movimiento literario liderado por los escritores Aimé Césaire, Léon Damas y Léopold Sédar Senghor que desempeñó un papel muy importante en el desarrollo del Arte Africano Moderno, y posteriormente, del Arte Africano Contemporáneo. Fundado en 1937 por un grupo de estudiantes artistas africanos en París, una ciudad con una escena artística diversa y tolerante, el movimiento creció a nivel mundial con el objetivo de criticar al colonialismo y cultivar una apreciación por la cultura negra y africana.
Según Léopold Sédar Senghor, para que el arte africano progresara, tenía que reflejar la modernidad del presente respondiendo a los problemas sociales y estilos artísticos contemporáneos, al tiempo que celebraba la cultura tradicional, y eso fue precisamente por lo que luchó la negritud como un arte visual.
También se inspiró en otros movimientos modernistas como el Renacimiento de Harlem y el Surrealismo.
Uno de los artistas visuales más importantes de dicha corriente fue el pintor guyanés Aubrey Williams, un artista que utilizó con frecuencia la abstracción como un medio para evitar ser estereotipado en una visión estrecha y occidentalizada del arte africano. Además, el tema de su trabajo fue a menudo la crítica de los regímenes coloniales.
Si bien es cierto que la descolonización fue un proceso largo que abarcó un período de 50 años, hasta la eventual independencia de Sudáfrica de un gobierno liderado por blancos en 1994, la negritud y la crítica colonial fueron evolucionando de muchas formas, por lo que los artistas africanos comenzaron a experimentar con nuevos estilos artísticos y a explorar nuevos temas que surgieron en este período de cambios fundamentales, pero un estilo que se mantuvo vigente en esta visión fue el arte de objetos, una disciplina creada con materiales encontrados y reciclados que sigue siendo una forma de arte popular que sigue viva en el continente.
Otro nombre que surge de esta lucha es la del activista y escultor Gonçalo Mabunda de Mozambique, que crea sus obras a partir de piezas de armas recolectadas por el Consejo Cristiano de Mozambique después de 20 años de guerra civil, donde, a través de su arte, transforma la muerte en nueva vida.
Con la llegada del final del siglo XX, varias exposiciones de arte africano empezaron a tomar lugar en Occidente, siendo fundamentales para popularizar el arte africano del otro lado del mundo.
En 1989, el Centro Pompidou de París estrenó la exposición Magiciens de la terre, que exploró varios tipos de arte de fuera del mundo occidental, sirviendo como impulso de varias otras exposiciones africanas clave cuyo objetivo era educar y celebrar el arte y los artistas africanos contemporáneos. Comisionada por curadores africanos en la Galería Whitechapel, exhibió las obras de arte de 60 artistas como una guía de la historia del Arte Moderno Africano, abriendo las puertas a la modernidad y a la expansión que presume sus alcances hasta hoy.
Arte Africano Moderno. Fuente: OCTOBER GALLERY | AUBREY WILLIAMS
Dicho auge del arte africano también ha gozado del éxito en el mercado, dando lugar a una gran inversión en el continente, tanto que se continúan estableciendo cada vez más lugares artísticos celebrando ferias y exposiciones de alcance global.
Actualmente, recintos como el Museo Zeitz de Arte Contemporáneo de África en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, se ha convertido en el corazón del arte contemporáneo africano. Fundado en 2017, el museo cuenta con artistas africanos establecidos y emergentes, exhibiendo casi exclusivamente obras de arte del siglo XXI.
Otro centro de arte africano contemporáneo es el Museo de Arte Contemporáneo Africano Al Maaden en Marrakech, Marruecos. Fundado en 2018, el museo de arte alberga una increíble colección permanente de arte africano. Además de esto, alberga una amplia gama de exposiciones rotativas con artistas africanos.
Con el paso de los años, los artistas africanos solo han diversificado su uso de estilos y medios artísticos en el espíritu de la negritud y el poscolonialismo, continuando la lucha por la exploración de la complejidad de la identidad africana.
Por ejemplo, un nombre actual que mantiene viva la llama de la negritud es la artista franco-beninés Leslie Amine, quien está fuertemente influenciada por la diáspora africana, y que con su arte, explora los temas como la raza, el ser birracial, y la identidad cultural dividida.
Mientras tanto, el fotógrafo gabonés Yannis Davy Guibinga utiliza su arte para documentar una nueva generación de africanos que celebran sin disculpas su herencia cultural a pesar del imperialismo cultural occidental. Rechaza el molde estrecho de la identidad africana de la mirada occidental, y en cambio, destaca la diversidad de la identidad africana.
Y aunque el arte africano sigue experimentando una rápida expansión, este sigue siendo solo una pequeña parte del mercado del arte aún en recuperación del daño cultural y económico causado por siglos de colonialismo. Pero, con la increíble variedad de artistas contemporáneos que emergen del continente, así como el desarrollo de espacios culturales contemporáneos, no hay duda de que este es solo el comienzo de una escena artística líder en el mundo.
Como tal, la definición de Arte Africano Contemporáneo o Arte Africano Moderno sigue hasta el día de hoy desencadenando acalorados debates y controversias, ya que su definición no puede generalizarse por el simple hecho de que África es un continente de enormes proporciones, cuyos movimientos artísticos dispersos en múltiples grupos étnicos jamás han dejado de alimentar su propia identidad artística.