En menos de 7 años, Bastiaan Woudt se ha consolidado como uno de los mejores fotógrafos a nivel internacional, pero el inicio de su carrera no fue nada sencillo ya que inició sin experiencia ni capacitación previa.
Woudt devoró libros sobre fotografía cuando era estudiante y durante varios años se cultivó visitando numerosos museos y ferias, pero hasta 2014 jamás había estado detrás de una cámara.
Desde entonces, el artista holandés de 34 años ha pulido su estilo al reinterpretar los clásicos retratos con elementos surrealistas y sofisticados.
Las imágenes que su lente captura son minimalistas, equilibradas y suelen contar con alguna forma geométrica, lo que les da un toque bastante inesperado.
La forma en la que Woudt maneja la luz es magistral ya que hace que caiga suavemente sobre los protagonistas, lo que crea una textura única en cada imagen.
Su inspiración proviene, según ha comentado el propio fotógrafo en diversas entrevistas, de los viejos maestros de la fotografía como Richard Avedon, Irving Peen y Man Ray.
El holandés solo toma fotografías en blanco y negro ya que esto lo ayuda a alejarse de la realidad. Con el blanco y negro lo que Woudt logra es centrarse en el tema que le interesa.
Justo por esto resulta difícil saber en qué momento fueron hechas sus fotos, por lo que sus imágenes son totalmente atemporales.
Para Bastiaan Woudt jugar con los contrastes y las imperfecciones de una imagen es algo importante ya que en dichos detalles radica una belleza insospechada que quiere dar a conocer al resto del mundo.