La pintura coreana son aquellos trazos creados por artistas coreanos, o bien, encontrados en Corea, ya sea a través de petroglifos o lienzos, pero siempre utilizando formas transitorias de luz.
En general, la historia de esta corriente data de aproximadamente el año 108 DC, cuando apareció por primera vez como una forma independiente, aunque no existe mucha investigación sobre esta etapa.
Pintura coreana. Fuente: New World Encyclopedia.
No fue hasta la llegada de la dinastía Joseon que se estabeció en 1392 y fue reemplazado por el Imperio Coreano en octubre de 1897, que la pintura y quienes se animaran a practicarla empezaron a recibir un reconocimiento similiar a la de sus conlegas en Japón y China, donde la pintura ya contaba con un fogueo importante.
Los primeros encargados de darle vida a los lienzos encontraron su principal influencia en la pintura china, aunque también en fantásticos paisajes, pero con rasgos faciales de los coreanos, una fuerte presencia de temas budistas y un énfasis en la observación celestial de acuerdo con el rápido desarrollo de la astronomía, una profesión importante en la región.
A lo largo de la historia de esta corriente, existe una notable separación definida con obras monocromáticas de pinceladas negras, generalmente sobre papel morera o seda, y las coloridas que se establecieron como parte del arte popular, o el min-hwa, donde generalmente se aprecian rituales, tumbas y festividades.
Pintura coreana. Fuente: New World Encyclopedia.
Esta distinción a menudo se marca con los autores estudiosos, particularmente en el arte confuciano, que sentían que el uso del color endurecía las pinturas y restringía la imaginación, y aquellos que vinieron después con toda la explosión de tintas coloridas.
Ya hacia el inicio del Imperio Coreano, en 1897, con la ocupación japonesa de Corea, la pintura se podía encontrar más en marcos arquitectónicos de ciertos edificios que en lienzos, ya que, a medida de que ésta se fue fusionando con los estándares culturales del resto de Asia Oriental, las invasiones y conflictos de la región ocasionó mucha pérdida de arte que dificultara el estudio del contexto artístico coreano.
Durante este tiempo de transición, marcando el inicio del siglo XX, los artistas coreanos tuvieron dificultades cuando Japón intentó imponer su propia cultura en todos los aspectos de la vida coreana. Se cerraron las escuelas de arte coreanas, se destruyeron pinturas de temas coreanos y los artistas se vieron obligados a pintar temas japoneses con estilos japoneses.
Los artistas que permanecieron fieles a las tradiciones coreanas tuvieron que trabajar en la clandestinidad, y los que estudiaron en Japón y pintaron en estilos japoneses fueron acusados de transigir. Entre los artistas notables que se distinguieron en esta etapa se encontraba Chi Un-Yeong, quien podría llamarse el primer maestro de la pintura coreana, ya que utilizó el sombreado por primera vez en la pintura de retratos y abrió las puertas a los primeros profesionales de la región, como Cho Chong-kyu, Ho Yu, Chang Sung-op y Cho Soi-chin.
La corriente no pudo cambiar muchas de sus formas hasta 1945, con el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando muchos de los medios tradicionales coreanos se fueron desvaneciendo para el establecimiento de un estilo cada vez más internacional, definiendo así a los principales pintores del siglo XX, donde destacan Park Su-geun y Lee Dong Youb.
Pintura coreana. Fuente: Museo Nacional de Corea.
Durante esta nueva etapa de la corriente, los artistas coreanos asimilaron algunos enfoques occidentales y a ciertos artistas europeos con técnica de empaste grueso y pinceladas en primer plano. Artistas como Gauguin, Monticelli, Van Gogh, Cézanne, Pissarro y Braque se volvieron muy influyentes, gracias a los libros que se tradujeron rápidamente al coreano y fueron puestos fácilmente a disposición de los pintores.
Las obras están pintadas de forma gruesa, con trazos ásperos que a menudo muestran lienzos muy texturizados o papeles hechos a mano con gruesos guijarros fueron empezando a llegar al resto de Asia y el mundo.
Desde esta última etapa, la teoría del color ha prevalecido sobre la perspectiva formal de la pintura, que ha incluído la presencia de gráficos pop y arte cerámico, dos disciplinas que han ido creciendo a lo largo de la escena artística en Corea.