Antonio Sánchez es uno de los bateristas más aplaudidos alrededor del mundo, podría decirse que se trata de un líder inusual de una banda, ya que en vez de estar al frente con un micrófono, lo hace pero en la parte de atrás, casi sacándole sangre a las percusiones que producen un sonido suelto e improvisado.
Los jefes de jazz lo conocen desde hace ya varios años, pero Antonio alcanzó el estrellato que merecía apenas en 2014, cuando produjo la banda sonora para la película de Alejandro González Iñarritu, Birdman.
Nacido el 1o de noviembre de 1971 en la Ciudad de México, Antonio Sánchez proviene de una familia cinematográfica, ya que su abuelo es el veterano actor mexicano Ignacio López Tarso, mientras que su madre fue durante mucho años una apasionada del cine y el teatro, desempeñándose como crítica de las mismas en diversos medios de la capital mexicana.
Desde la pronta edad de 5 años descubrió su irreprensible atracción hacia la batería, y dada su inquietud por sumergirse en el sonido de dicho instrumento, pronto comenzó a tomar clases con algunos maestros, quienes le abrirían la puerta a una gran variedad de contextos y agrupaciones que lo acercaron a la Escuela Superior de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes, donde estudió la licenciatura en piano clásico y composición.
En 1993, después de 4 años y medio de estudios en la antes citada institución, le fue otorgada una beca para realizar una licenciatura en Ejecución de Jazz en el prestigioso Berklee College of Music de Boston, donde tuvo la oportunidad de estudiar arreglo, improvisación, composición, entrenamiento auditivo, solfeo y armonía con un enfoque primordialmente jazzístico.
Durante los cuatro años que duró su travesía, conoció, coincidió y trabajó con gente de la talla de Gary Burton, Paquito D'Rivera y Danilo Pérez, tres de los compositores más reconocidos de la ciudad de Boston.
En 1999 se mudó a Nueva York para expandir sus horizontes y ubicarse como uno de los bateristas más solicitados en la escena internacional del jazz. Un año después, gracias a su fogueo en el gremio, la Orquesta de las Naciones Unidas comenzó una extensa gira por Estados Unidos y Europa, y al buscar un nombre para la batería de ese viaje, el nombre de Antonio Sánchez fue recomendado por Danilo Pérez, quien resaltó el talento del mexicano para incluirlo en su trío.
Estos años le dieron trabajo a lado de notables figuras musicales como Chick Corea, Gary Burton, Michael Brecker, Charlie Haden y Toots Thielmans.
Su sonido salvaje, improvisado y distinguido dentro de los otros grupos que se presentaban los llevó a más de 30 países de varios continentes, donde siempre fueron recibidos con gran éxito.
De esta manera, el nombre del mexicano comenzó a colarse dentro de las personalidades más atractivas de las percusiones, hecho que se consagró en 2014, cuando el director González Iñarritu se encontraba en búsqueda de un sonido suelto e improvisado para su nueva película.
El resultado fue un trabajo que terminó obteniendo 4 premios de la Academia (incluida la Mejor Película) y un premio Grammy, llevando el talento de Antonio a rincones nunca antes vistos, explotando su popularidad que no solo era demandada en recintos históricos y repletos, sino en las calles de los barrios más reconocidos de la Ciudad de México, donde la gente se reunía feliz de escuchar el jazz de quien fue bautizado como el hombre pájaro.
“Para mí, Birdman no significó abrir una puerta, sino hacerle todo un boquete al edificio. Eso me ha dado muchas oportunidades en esa industria”, reconoce el músico.
Dicho éxito no colmó al incansable músico mexicano ya que continúa caminando en la línea entre la composición y la improvisación con otros proyectos de cine / televisión como Get Shorty, Hippopotamus de la red EPIX, además sus proyectos personales, que incluyen The Meridian Suite, aclamada por la crítica; el álbum Three Times Three; Bad Hombre, que fue nominado al Grammy nuevamente; Channels of Energy, un ambicioso proyecto con la WDR Big Band; y Lines in the Sand con su banda Migration.
El éxito solo le ha traído más trabajo a Antonio, quien continúa colaborando habitualmente con algunos de los músicos de jazz más destacados de la actualidad como Joshua Redman, Chris Potter, John Patitucci, Danilo Perez, David Sanchez, Kenny Werner, Marcus Roberts, Avishiai Cohen, Dee Dee Bridgewater, Dianne Reeves, Miguel Zenon, Scott Colley, Dave Samuels, Luciana Souza, Billy Childs y Claudia Acuña, solo por mencionar a algunos.
Poseedor de precisión, poder y pasión, el baterista Antonio Sánchez es una figura singular dentro del jazz contemporáneo.