En Max's Kansas City, no había un Max, ni tampoco era Kansas City. Sin embargo, lo que uno encontraba era una colisión de los grandes artistas de los 60 y de los 70 antes de que se convirtieran en cliché.
No obtsante, durante la escena punk neoyorquina que se comenzaba a gestar a mediados de los 70 era importante elegir un bando. “Algunas personas eran personas de Max's, otras personas de CBGB”, explica la cantante y productora transgénero, Jayne County, anteriormente conocida como Wayne County.
Situado en el 213 de Park Avenue South, Max's Kansas City fue un club social y cuna de las personalidades más talentosas y revolucionarias del mundo creativo, y desde su inauguración en 1965, el recinto fue el punto de ebullición donde la música de la zona hizo la transición del glam al punk.
Allí, David Bowie conoció en 1971 a dos de sus ídolos, Lou Reed dio su último concierto con The Velvet Underground, y acabó siendo el cuartel general de Andy Warhol y su troupe de la Factory.
Max’s fue en realidad Mickey's, ya que fue inaugurado en 1965 por Mickey Ruskin, un abogado que abrió una serie de cafés y bares a principios de los años 60 con el fin de dar visibilidad a algunos artistas que no tenían muchos más lugares en donde actuar.
Desde el inicio de su carrera, y con sus primeros recintos, Mickey cultivó relaciones con artistas y escritores de Greenwich Village que aparecerían para mostrar sus talentos. El primero, el Café de la Calle 10, entre las avenidas 3ª y la 4ª, se convirtió en un rincón de poetas, con audiencias de pie escuchando ritmos y poesía experimental. El otro, un bar llamado el Noveno Círculo, donde Ruskin comenzó a atraer pintores y artistas para crear uno de los principales "bares beatnik de clase media" de Nueva York.
Estos proyectos prosperaron, pero al final terminaron siendo insostenibles.
Después de esto, Mickey pensó en cómo llevar a cabo su nuevo gran proyecto, Max's Kansas City, y aunque ya había una gran cantidad de clubes nocturnos en el centro de Manhattan que servían de imanes para músicos y artistas revolucionarios, ningún otro espacio se organizó y encantó a su clientela famosa como este pequeño club, que terminó por ofrecer un lienzo en blanco para la multitud de arte pop y los pioneros más grandes de la música underground.
La mezcla libre de glamour y punk que prosperó en Max's no siempre fue tan abierta en otros lugares, ya que había un poco de homofobia corriendo entre la multitud de otros escenarios, por lo que más de la comunidad gay pasaba el rato en Max's, un lugar para artistas que aceptaba a todo tipo de personas.
Con su cultura libre, sin tapujos y abierto a todo aquel que tuviera algo que decir, Nights at Max's, como eran conocidas las fiestas en el restaurante, engendró la cultura que muchas personas conocen gracias al Studio 54, que abrió sus puertas el 26 de abril de 1977.
La famosa zona vip de Max's se hizo obligatoria para cualquier estrella del cine, la moda, la música o la alta sociedad, pero cuando llegó 1974, su propietario solía canjear obras de arte por consumo y acabó arruinado, por lo que tuvo que cerrar, aunque en 1975, con nuevos propietarios, Max’s abrió de nuevo para reclamar su título de cuna del punk local.
Hacia finales de la década de 1970, cuando grupos como Television, los Dead Boys, los Ramones y Blondie (cuya cantante Debbie Harry fue una vez mesera en Max's) empezaron a crecer demasiado para el escenario pequeño donde se hicieron famosos, pasaron a salas más grandes como The Ritz, Palladium e Irving Plaza, Max's llegaría a una pausa, y aunque permanecería abierto hasta 1981, siguió siendo un conducto vital para los artistas veteranos y emergentes del área metropolitana de Nueva York.
Tras su cierre definitivo, Mickey confesó: “Al final, la escena no nos pertenecía ni a Hilly Kristal ni a mí, le pertenecía a las bandas que necesitaban lugares para seguir haciendo lo que estaban haciendo. Nosotros solo éramos recipientes."
Así es un poco de la historia de Max's Kansas City, un lugar en donde se veía a William Burroughs fumando en un rincón con Allen Ginsberg. A Twiggy, Mick Jagger y Dennis Hopper bailando al ritmo de actuaciones en vivo de The Velvet Underground a lado de Bob Marley, quien a su vez esperaba la presentaición de un joven Bruce Springsteen con su guitarra acústica.
Hoy su espacio lo ocupa una verdulería.