En medio de las bulliciosas calles de Kuala Lumpur, una propuesta gastronómica única está atrayendo la atención de locales y visitantes por igual. Licky Chan, fundada por un grupo de jóvenes emprendedores creativos, está desafiando las convenciones de la heladería tradicional y ofreciendo una experiencia multisensorial que va mucho más allá de los sabores helados.
Bajo la premisa de "No es una heladería promedio", Licky Chan ha sabido capturar la atención de un público de nicho y totalmente inesperado.
Fundada por Rick Joore, Kit Yin Chan, Shin Chang y Penny Ng, esta heladería se ha convertido en un refugio para aquellos que buscan algo más que un simple cono de helado. Con varias ubicaciones en la área metropolitana de Kuala Lumpur, Licky Chan ha sido un pionero al introducir en su menú no solo una exquisita selección de sabores artesanales, sino también repostería, cócteles y vinos de alta calidad.
Pero lo que realmente hace que esta heladería destaque es su sorprendente asociación con la tienda de tatuajes The Poke Guy, ofreciendo a los clientes la posibilidad de obtener un tatuaje mientras disfrutan de alguna de sus delicias.
Después de abrir dos exitosas sucursales en el corazón de la ciudad, Licky Chan ha dado un paso audaz al inaugurar su sucursal más impresionante hasta la fecha. Ubicada en el tranquilo suburbio de Subang Jaya, esta nueva ubicación se encuentra en un enclave de hospitalidad y entretenimiento, proporcionando un ambiente único y relajado para sus visitantes.
Con un diseño interior que desborda audacia y color, la tienda de 130 metros cuadrados ha sido concebida por el estudio de diseño con sede en Kuala Lumpur, DualSpace Studio. Utilizando una paleta de colores vibrantes y materiales como contrachapado pintado y acrílico, el espacio crea una experiencia de compra verdaderamente inmersiva.
Una estación de servicio en forma de L y un congelador de exhibición de helados son el punto focal del área principal, todo ello bajo un toldo descendente que alberga un contenedor acrílico amarillo neón lleno de bolas de colores, un guiño al espíritu lúdico y único de Licky Chan.
Si bien en esta nueva sucursal no se encuentra la tienda de tatuajes, la esencia innovadora de Licky Chan permanece intacta.
La combinación de helados exquisitos, bebidas selectas y un diseño interior que desafía los convencionalismos convierte a esta heladería en un destino imperdible para aquellos que buscan algo más que lo ordinario en el mundo de los postres. Licky Chan ha demostrado que hay espacio para la creatividad y la diversión en todos los rincones de la gastronomía, y su historia continúa deleitando paladares y sorprendiendo a todos los que cruzan su umbral.