Las pinturas de Clare Woods se ocupan esencialmente de esculpir una imagen en pintura y expresar la extrañeza de un objeto.
Nació en Southampton, Inglaterra, en 1972, y estudió una Licenciatura en Bellas Artes en Bath College of Art de 1991 a 94, y luego una Maestría en Bellas Artes en Goldsmith's College, Londres de 1997 a 1999.
Originalmente formada como escultora, gran parte del trabajo de Woods siempre se basó en la exploración de la forma física.
De esa forma, dicha comprensión del lenguaje escultórico y la preocupación por las formas en el espacio, traducidas en imágenes bidimensionales, sustentan su práctica pictórica.
Utilizando óleo sobre aluminio, manipula cualidades de planitud y tridimensionalidad, torciendo el primer plano y el fondo para crear imágenes matizadas y surrealistas que conectan al espectador con estados mentales subconscientes.
En gran parte de su trabajo anterior, la preocupación de Woods por el paisaje ha sido primordial, pero ha ido atravesando otras formas y disciplinas que le han otorgado un fuerte valor multidimensional a su trabajo.
No obstante, desde 2011 sus imágenes se han preocupado cada vez más por transmitir la forma humana.
Unido a este cambio en el tema, que ha afectado su forma de trabajar, hay un cambio en el proceso de búsqueda de imágenes.
La elección del tema de Woods se ha basado principalmente en una respuesta intuitiva al material de origen fotográfico encontrado, que en los últimos años ha pasado de una fascinación por las expresiones subconscientes de ansiedad en el paisaje a exploraciones de la figura y la cabeza humana, a menudo en un estado metamórfico. de tensión psicológica.
En sus nuevas pinturas, el material de origen ya no es la propia fotografía de paisajes de la artista, sino que se inspira en fuentes encontradas: libros, Internet, registros fotográficos del trabajo de otros artistas y fotografías de prensa, especialmente las tomadas en blanco y negro.
Como explica la propia artista, gran parte del trabajo reciente de Woods se ocupa de la fragilidad, la vulnerabilidad, la mortalidad y la discapacidad; la delicada frontera que existe entre la enfermedad y la salud, la crueldad y la humanidad y, en última instancia, la vida y la muerte.
Quizá esto explique por qué los cuerpos vienen a la mente incluso cuando las imágenes no se refieren directamente a ellos. A pesar de los diversos grados de abstracción de colores brillantes y distorsiones compositivas, los estudios antropomórficos de Woods recuerdan cabezas, extremidades y torsos.
Es como ver el cuerpo a través de una lente distorsionada, desfamiliarizándolo y extrañándolo.
Woods, actualmente, está preocupada por la relevancia del arte del pasado para la práctica contemporánea y las referencias significativas en su trabajo.
Sus lienzos cargan con influencias de Paul Nash, Jean Fautrier, Barbara Hepworth y Eduardo Paolozzi. mientras ha sido comisionada por la Sociedad de Arte Contemporáneo de Londres, el Aarhus VIA University College, en Dinamarca, la Cristea Roberts Gallery, de Londres; la Galería Mead, la Galería Pallant House, la Galería Martin Asbaek, y la Casa Harewood, en Leeds, entre tantas otras.