El trabajo de El Lissitzky abarcó los medios de diseño gráfico, tipografía, fotografía, fotomontaje, diseño de libros y diseño arquitectónico, convirtiéndose en una fuerza de cambio que influyó profundamente en el arte moderno, incluidos los artistas de De Stijl y los instructores de la Bauhaus.
A lo largo de su carrera, Lissitzky usó colores y formas básicas para hacer fuertes declaraciones que también desafiaron las convenciones relativas al arte. Aunque a menudo muy abstracto y teórico, el trabajo de Lissitzky fue capaz de dialogar con el discurso político predominante en su Rusia natal, y luego en la naciente Unión Soviética.
Lissitzky, nacido el 23 de noviembre de 1890 en Pochinok, Rusia, creía que el arte y la vida podían combinarse y que el primero podía afectar profundamente al segundo. Identificó las artes gráficas, en particular los carteles y libros, y la arquitectura como conductos eficaces para llegar al público.
Comenzó su carrera haciendo ilustraciones de libros infantiles en yidis, n idioma perteneciente a las comunidades judías asquenazíes tanto del centro como del este europeo, en un esfuerzo por promover la cultura judía en Rusia, un país que estaba pasando por un enorme cambio en aquella época y que acababa de revocar sus leyes antisemitas.
Fuente: New Tretyakov Gallery
A los 15 años de edad, dada su gran facilidad hacia el dibujo y el análisis, comenzó a dar clases incluso a estudiantes mayores a él, pero siempre con una naturalidad didáctica, por lo que la hizo una tarea a la que se dedicó durante la mayor parte de su vida. Enseñó en diversos cargos, escuelas y medios artísticos, difundiendo e intercambiando ideas a un ritmo rápido hasta que finalmente optó por crear, algo que logró a una notable velocidad.
En consecuencia, sus diseños, ya sea para producciones gráficas o edificios, se difundieron sin filtros, lo que dio origen a su polémica perspectiva, una que le dio varios alumnos más, pero también varios críticos feroces. Su mirada punzo cortante lo llevó a liderar el grupo artístico suprematista UNOVIS, donde llevó a cabo su primera serie, Proun, pinturas suprematistas bidimensionales que buscaban combinar la arquitectura y el espacio tridimensional con imágenes bidimensionales tradicionales, aunque abstractas.
Al final, esta obra puede considerarse fundamental para el desarrollo de la imaginería abstracta moderna y una gran influencia en la arquitectura moderna agudamente industrial. En este tiempo, invirtió grandes esfuerzos en establecer enlaces internacionales entre los artistas y en la promoción de nuevas ideas, ayudando a que la vanguardia se diseminara por Europa.´
Con el paso de los años y el incremento de su éxito, Lissitzky estuvo utilizando una paleta reducida de colores primarios, blanco y negro, texto y formas básicas, formas tanto reales como construcciones geométricas inventadas para contar historias, incluidos los cuentos judíos tradicionales, y para hacer declaraciones políticas muy poderosas.
A pesar de estar compuesto de formas y colores rudimentarios, un cartel de Lissitzky podría hacer una fuerte declaración de cambio político y un edificio podría evocar ideas de comunidad e igualitarismo, ya que consideraba que el arte y el trabajo eran inseparables; ya que éste no era una mera expresión personal y una producción de objetos, sino una actividad social y colectiva.
En 1921, Lissitzky, en colaboración con el pintor Kasimir Malevich, quien abogó por el arte construido sobre formas geométricas abstractas y colores planos, formaron el grupo que más tarde sería definido como los constructivistas, que creían que el arte no tenía por qué cumplir ninguna función más allá de su valor espiritual intrínseco.
En ese tiempo, Lissitzky razonó que el futuro de las artes residía en su potencial para integrarse. La fusión de dibujo, pintura, escultura y la arquitectura ahora estaba profundamente integrado en su trabajo. Creía que la industrialización que estaba viviendo su país llevaba a la creación de un hombre nuevo que rompía con su pasado, y fue entonces que su trabajo se formó con características distintivas, como diseños estructurados en una cuadrícula, paletas de colores limitadas, diagonales tensas, tipo sans serif y repetición de formas geométricas puras.
Se preocupó también desde los primeros años de su carrera por el diseño de libros. Pensaba en el libro como un objeto dinámico, una «unidad de acústica y óptica» que requería la participación activa del espectador. Mientras trabajaba en la revista URSS en construcción llevó su experimentación e innovación con el diseño de libros hasta el extremo.
Más adelante, la arquitectura se volvió la forma de expresión artística favorita de Lissitzky, pero tuvo poco éxito en la realización de sus diseños, que a menudo rozaban lo utópico e imposible. Soñando con una arquitectura no jerárquica a diferencia de la emergente cultura de los rascacielos del Occidente capitalista, los diseños de Lissitzky para los "rascacielos horizontales" permanecieron para siempre en el reino de lo imaginado pero no realizado; y es que para Lissitzky, el ideal igualitario del comunismo exigía tales estructuras, que al final servirían como evidencia material de la realización de tales ideales.
Pasó entonces a experimentar con el fotomontaje, un método de superposición y superposición de múltiples imágenes, creando una nueva forma de organización del espacio que le dio a sus palabras un nuevo poder energético, haciéndose hacia el final de su vida un artista total de gran audacia en su composición y formato, además de un superviviente en un mundo durísimo que siempre luchó por la difusión de su obra.
Junto a sus esfuerzos en pro del avance del arte, Lissitzky trabajó sin descanso para mejorar la vida a través del arte. Así siguió hasta su muerte, produciendo su última obra en 1941: un cartel de propaganda soviética que instaba al pueblo a construir más tanques para la lucha contra la Alemania nazi. Falleció el 30 de diciembre de 1941 a los 51 años.
En su autobiografía escrita en junio de 1941, que más tarde fue publicada por su esposa, Lissitzky escribió, "1926. Comienza mi obra más importante como artista: la creación de exposiciones."
En 2014, los herederos del artista, en colaboración con Van Abbemuseum y destacados académicos mundiales sobre el tema, establecieron la Fundación Lissitzky para preservar el legado del artista y preparar un catálogo razonado de la obra del artista.