Pavel Chistiakov no solo fue un artista talentoso durante la época del realismo ruso, sino también un educador de arte excepcional.
El cambio de siglo fue en muchos aspectos una época de gran agitación para Rusia, pero Chistyakov fue el ejemplo perfecto de un artista que nació en la pobreza pero ganó suficiente dinero para vivir cómodamente y convertirse en un conocido pintor y profesor en la Academia Imperial de las Artes de San Petersburgo con su talento pedagógico que formó una nueva generación de grandes artistas en Rusia, enseñándoles en la academia y dándoles talleres prácticos en su hermosa dacha de madera, que hoy es un museo.
Nacido en 1832, Pavel libró una retadora infancia en la servidumbre, y con mucho sacrificio, fue enviado a una escuela itinerante de arte por su padre que siempre quiso brindarle una buena educación.
Autoretrato de Pável Chistiakov. Fuente: Wikipedia
En 1849, Chistiakov ingresó a la Academia Imperial de las Artes de San Petersburgo, en donde fue alumno del profesor de arte Piotr Basin por más de 12 años. En 1861, fue testigo de la Reforma de Emancipación del zar Alejandro II, cuando todos los siervos de Rusia obtuvieron su libertad, un tema que fue de especial importancia para él, ya que provenía de una familia de siervos; un año después se convirtió en un pensionado de la Academia de las Artes en París y Roma.
Luego, fue a la escuela del distrito de Bezhetsk, donde conoció a la chica con la que se casó más tarde: Vera Yegorovna Meyer, la hija del pintor Yegor Yegorovich Meyer, un paisajista y explorador ruso que pasó parte de su vida explorando Siberia, y encantó a Pavel en cuanto a su forma de paisajes y retratos.
En 1864, Chistiakov pasó a impartir clases en la Escuela de Arte de Tavrícheskaya, y a partir de 1872, comenzó a enseñar en una escuela de arte de San Petersburgo, en donde se desempeñó como profesor de arte hasta los últimos años de su vida, y donde conoció a sus alumnos más importantes, entre ellos Viktor Vasnetsov, Mikhail Vrubel, Vasily Polenov, Ilya Repin, Valentin Serov y Vasily Surikov, a quienes fascinó con su sistema pedagógico, uno en constante lucha contra el sistema inerte del mundo académico, jugando un papel muy importante en el desarrollo de realismo ruso.
Para aprender, Chistyakov y sus alumnos caminaban, un método inusual de enseñanza que se vio siempre constante lucha con el estancado sistema de la academia, disgustando a las autoridades con su visión poco convencional de las formas de enseñanza y con sus opiniones sobre el arte. El objetivo final de Chistiakov no era más que la preparación de un ciudadano-artista de gran habilidad profesional.
Su método de enseñanza presuponía la combinación de la percepción directa del artista sobre el tema con un estudio científico del mismo. En su propio trabajo se esforzó por el drama en sus composiciones históricas y la profundidad psicológica en sus retratos históricos y de género. Ejemplos de sus obras son Head of a Chuchara, de 1864, que reside en el Museo Ruso de Leningrado, y The Boyar, de 1876, mostrado en la Galería Tret’iakov, de Moscú.
Para Chistyakov, lo más importante eran el talento y el conocimiento: "Sentir, conocer y poder es todo en el arte", explicando los secretos del dominio de las obras de artistas antiguos, mientras sus estudiantes eran felices de escucharlo.
Uno de sus alumnos describió a Pavel de esta manera: "Tenía un método de enseñanza que arrojaba resultados brillantes. Era bajo y delgado, con un corte de pelo de campesino, barba pequeña y ojos inteligentes y penetrantes. Siempre vestía con modestia, sin la menor pretensión de posar".
Uno de sus lemas era: "El arte toca y eleva el alma, pero el verdadero arte lo hace de forma silenciosa y discreta". Vivió la Revolución de 1905 y murió dos años después de la Revolución de Octubre de 1917, el 11 de noviembre de 1919.