Viktor Popkov fue un protagonista principal del estilo "severo" o "austero" del arte soviético, un cambio de paradigma del romanticismo al realismo social que se manifestó en los años inmediatamente posteriores a la muerte de Joseph Stalin en 1953.
Popkov pintó lo que mejor sabía, el alma rusa en un lugar que viene del sufrimiento crónico y las penurias. Un trabajo que surge desde lo más profundo, desde la cruda realidad, de la sociedad, del sentimiento humano, de la miseria y el sufrimiento.
El artista nació el 9 de marzo de 1932 en Moscú en el seno de una familia trabajadora. Cuando recién tenía ocho años, la guerra estalló obligando a su padre a unirse a la guerra y a perder la vida, un suceso que marcó profundamente al joven pintor, ya que creció a lado de sus tres hermanos y su madre Stepanida Ivanovna, quien se quedó sola para criar cuatro hijos.
Viktor era inteligente, honesto, reflexivo, muy maduro para su edad, y en tercer grado, comenzó a asistir a lecciones de dibujo, donde pintaba solo con un lápiz, mostrando grandes avances que le prometían un futuro artístico. Pero al regresar un día de la escuela, vio a una mujer en la terraza de su casa dibujando con acuarela, y desde entonces, entendió todas las maravillas que podía crear con ella.
Viktor Popkov - Autumn Rains, 1974. Fuente: The Pushkin Museum
Empezó a crear sus primeros lienzos y pidió a su madre que lo llevara a las clases de algún maestro para poder perfeccionarse, sin embargo fue rechazado con arrogancia.
Durante ese período y hasta el final del séptimo grado, Popkov estudió arte en la fábrica de Kalinin en Podlipki. El joven tenía tanto talento que a pesar de no poder ser alumno de un maestro, pudo ingresar a la Escuela Gráfica y Pedagógica sin ninguna formación adicional en 1948, y en 1952, Viktor pasó al Instituto de Arte Surikov en Moscú, donde una etapa esencial de la formación de su visión artística había comenzado.
En este tiempo, su enfoque emocional y su retrato de las entrañas fue encontrando su lugar entre los contemporáneos. Pintó con con el corazón más que con sus manos o sus ojos y empezó a mostrar lienzos sobre la pobreza, el amor, el cariño, y la reconstrucción de lo destruido a nivel humano. En cada una de sus realidad, expuso una interpretación y una reacción rompiendo el pensamiento rutinario y consciente, y a su vez, abriendo nuevas puertas al subconsciente subjetivo que informa de la percepción y la interpretación.
Al final, su arte le encontró un lugar a lado de Viktor Efimovich quien habló de su alumno de la siguiente manera: "Tenía una energía extraordinaria y una riqueza de naturaleza creativa, siempre estaba lleno de ideas y las extraía inspiración de cualquier contacto con la vida, de la calle, en el taller de un amigo, de sus viajes por la país, en comunicación con diferentes personas. (...) Muchas veces lo regañé por prisa, por prisa, pero esa era su naturaleza. Necesitaba hablar a toda costa, expresar su pensamiento abrumador, la idea, y luego encontrar algo más en lo que trabajar. Vivía una vida interior tensa, trabajaba constantemente.".
Popkov tenía una capacidad de trabajo y una perseverancia increíbles. Después del primer año de estudio formal al arte, Popkov fue a ejercer en Beloomut, y en 1958, realizó un viaje creativo para la construcción de la central hidroeléctrica de Irkutsk. Estos viajes creativos con el objetivo principal de recopilar el material para las futuras pinturas del artista se sucedieron a lo largo de toda su vida y desempeñaron un papel vital en la creación de sus pinturas más famosas.
Popkov comenzó a mostrar sus obras en exposiciones de arte juvenil a fines de la década de 1950, donde mostró su primera obra, que se exhibió en 1958, el cuadro Juventud. Luego, el artista participó en exposiciones conjuntas que le fueron abriendo camino y contactos. En esos años, la prensa comenzó a utilizar epítetos en relación con el artista como "prometedor", "dotado", "talentoso". Después de graduarse, en 1958, fue con otros artistas jóvenes a otro viaje creativo a Siberia para capturar la construcción del ferrocarril Abakan-Taishet y el trabajo del obrero en particular.
Aunque fue colocándose como uno de los pintores más importantes de su tiempo, el talentoso artista nunca dejó de batallar con depresión y pensamientos oscuros que lo invadían de ira, y ese tema más adelante se vio en su trabajo.
En este tiempo, el trabajo de Popkov reflejó una nueva versión de una representación de la heroicidad, la problemática del deber sin ninguna frivolidad totalitaria, el sentimiento de odio y amor, mostrando el mundo tal como es, sin ilusiones románticas ni ideología estatal. La década de 1960 fue una época de intensa búsqueda creativa para Popkov, que pasó por pinturas, retratos optimistas y significativos, autorretratos profundamente dramáticos y vivificantes, obras que también mostraron pasión por el arte antiguo ruso.
На работу (To Work). Fuente: Arthur Art
Fue invitado a galerías solas y en conjunto que lo vieron colocarse como el líder contemporáneo, o bien, de los pintores post-guerra. Hizo bocetos de los frescos de Dionisio y en 1964, participó en la 32ª Bienal Internacional de Venecia. Un año más tarde, Viktor fue a las regiones del norte del país, en el territorio del mar Blanco y a Zolotitsa.
Pero a pesar de todos los rumbos que lo llevó a conocer su arte, en 1966, envuelto en sentimientos negativos, el artista casi se suicida como consecuencia de los fracasos en su vida amorosa y el lugar oscuro que él consideraba en la que se encontraba su carrera artística. Sin embargo, Viktor fue salvado milagrosamente por su suegro, quien cortó el cinturón con el que se estaba colgando. No obstante, su relación con las autoridades seguía siendo compleja y de aquel entonces en adelante tuvo que explicar y justificar cada uno de sus trabajos.
Cuando pudo recuperarse de su depresión, participó en la exposición de arte soviético en Irak y Turquía, y en 1969, Viktor fue a la RDA, donde se exhibió su trabajo en 1970, en la exposición Alemania del Este a través de los ojos de los artistas soviéticos, marcando el inicio de una década que fue extremadamente productiva para su trabajo creativo.
Hecho ya un artista popular y reconocido, Popkov dejó de pintar por dinero y comenzó a hacerse más un artista de pueblo, ya que empezó a ofrecer su trabajo a personas de la calle y a menor precio, resultando en un éxito rotundo.
A pesar de que el aún joven pintor ya se estaba recuperando de un intento de suicidio, su trágica y absurda muerte a consecuencia de un accidente ocurrió el 12 de noviembre de 1974, cuando Popkov tenía solo 42 años. Póstumamente, fue galardonado con el premio estatal de la URSS por una serie de pinturas "Reflexión sobre la vida". Las obras del artista se almacenan en las colecciones de la Galería Estatal Tretyakov y el Museo Estatal Ruso.