El artista, soldado y polémico político ruso Vasily Vereshchagin es recordado como el cronista moral de la historia militar rusa. Equipado con un caballete y una pistola, Vereshchagin usó su obra de arte para protestar contra los avances agresivos realizados por la Rusia imperial hacia sus vecinos del este y del sur durante el siglo XIX.
Nacido el 26 de octubre de 1842 en la ciudad de Cherepovets en la familia de un terrateniente ruso de ascendencia noble. Su destino con el ejército comenzó en 1850, cuando a la edad de 8 años su padre lo inscribió en la famosa Escuela Militar de Cadetes Alexandrovsky en Tsarskoye Selo, Rusia.
De 1853 a 1858, Vereshchagin luego asistió a la Escuela Militar de Marina en San Petersburgo. Al culminar sus estudios a los 18 años, hizo su primer viaje sirviendo en la fragata Kamchatka, navegando hacia Dinamarca, Francia y Egipto. Aunque Vereshchagin se graduó entre los mejores de su clase con el rango de guardia marina, no pudo superar su pasión por el arte, por lo que partir partir de 1860 en aedlante, Vereshchagin comenzó a asistir a clases nocturnas de dibujo en la Escuela de la Sociedad para el Fomento de las Artes impartidas por Ivan Kramskoy, incluso a pesar del disgusto de su padre.
En 1863, su pintura Masacre de los pretendientes de Penélope por el regreso de Ulises recibió una pequeña medalla de plata de la Academia, un premio que le aseguró el derecho a trabajar como artista y no estar obligado a regresar al servicio militar bajo la ley rusa en ese momento.
Rodeado entonces de lienzos y experiencia bélica, comenzó a pintar escenas de guerra, muchas tan grotescas que el público las rechazó, por lo que comenzó a voajar, no tanto por recreación o entretenimiento, sino para encontrar una audiencia que comprara y pudiera continuar su aventura artística. Así, con sus lienzos de batalla con subtextos pacifistas y dibujos de países exóticos que sirvieron como temas principales, durante más de diez años, Vereshchagin vivió fuera de Rusia en Munich y París, con visitas prolongadas a Nueva York, Tokio y Estambul.
Después de una visita a París en 1864, Vereshchagin decidió estudiar en la Ēcole des Beaux-Arts durante dos años con uno de los mejores artistas del momento, Jean-Léon Gérôme. Fue durante este período que Vereshchagin estuvo expuesto al estilo de pintura orientalista a través del trabajo no solo de Gérôme, sino también de otros grandes pintores que trabajaban en el estilo como Ferdinand Roybet y Léon Bonnat.
Considerado una especialidad del arte académico del siglo XIX, no solo en Rusia sino también en Europa, el orientalismo fue una rama tanto del romanticismo como del realismo. Las pinturas orientalistas rusas abarcaban no solo escenas de Tierra Santa, sino también de Asia Central, el Cáucaso y los Balcanes, por lo que Vereshchagin empezó a ganar fama mundial a través de exposiciones individuales.
En 1866, Vereshchagin exhibió algunas de sus obras en el Salón de París y recibió críticas favorables. En este momento el artista tomó la decisión de dejar atrás el orientalismo francés para forjar un camino más auténtico. Escribió en una de sus cartas: "Me escapé de París ... Como de una especie de prisión y siendo liberado comencé a pintar con ferocidad y furia".
A pesar de la incertidumbre, al poco tiempo encontró un gran éxito en Europa, donde se le vio como un maestro pintor del estilo del orientalismo, exhibiendo a menudo en los salones más de moda, y a la par, haciéndose autor de varias obras literarias.
En 1863, vuelto un maestro en la capital francesa, 14 de sus estudiantes dejaron atrás sus posibles títulos en la escuela y se mudaron a un gran apartamento del pintor. Dicho grupo se hizo famoso y fue conocido como los Wanderers o Peredvizhniki en ruso, dando a luz a un nuevo arte social que representaba a las clases bajas y se ocupaba de los problemas de las injusticias sociales.
Durante la década de 1800, el imperio de la razón prevaleció en el Occidente civilizado, mientras que la irracionalidad y la barbarie reinaban supremas en Oriente, y como artista, Vereshchagin se sintió llamado a documentar esta cruda realidad. Convertido ya en un viajero infatigable, Vereshchagin regresó a Turkestán en 1869, fue al Himalaya, la India y el Tíbet en 1873, y luego regresó a la India en 1884. En el camino enfrentó todo tipo de dificultades, desde casi morir de frío hasta morir en el Himalaya hasta enfermarse con fiebre por el calor tropical, aunque sus clemencias fueron una base impactante para sus bruscas pinceladas.
Este hombre tenaz superó todos los obstáculos y logró pintar más de 150 bocetos durante este período. En esta obra temprana, Vereshchagin centró la mayor parte de sus esfuerzos en representar el brutal negocio de la guerra: desde innumerables pinturas de muertos o moribundos, hasta bárbaros sosteniendo las cabezas cortadas de varios oficiales imperiales.
Vereshchagin, ya famoso, adquirió aún más notoriedad al convertirse en uno de los primeros pintores en representar la vida cultural y el paisaje de Asia Central hasta el norte de la India. Se hizo responsable de hacer progresar el estilo de pintura conocido como orientalismo a nuevas alturas.
Durante sus sesenta y dos años de vida, el artista cambió repetidamente de casa y país de residencia. En 1871, se casó con Elizaveta Mary Fisher y se estableció brevemente en Munich, Alemania. Durante este tiempo, produjo pinturas con tanta rapidez que se creía que tenía esclavos escondidos en los sótanos que pintaban para él.
A pesar de sus muchos obstáculos, Vereshchagin finalmente empató su gran popularidad a la de su natal Rusia. Poco antes de su muerte, su nombre fue visto a menudo tanto en la prensa europea y rusa como en la estadounidense. De hecho, el conocido novelista estadounidense Theodore Dreiser creó el personaje principal de su novela, El genio, basada en Vereshchagin.
A medida que maduraba como artista, Vereshchagin pasó de descripciones detalladas de sangrientas escenas de combate a imágenes más simbólicas.
Casi al final de su vida, Vereshchagin dijo lo siguiente sobre la guerra:
¿Tiene la guerra dos lados, uno que es agradable y atractivo y el otro que es feo y repulsivo? No, solo hay una guerra, que intenta forzar al enemigo a matar, herir o tomar prisioneras a tantas personas como sea posible, mientras que el adversario más fuerte golpea al más débil hasta que el más débil suplica misericordia.
Al final, Vereshchagin usó su arte para hablar por aquellos que ya no podían hablar por sí mismos, para hacer preguntas que nadie más se sentía autorizado a hacer.
En 1895, durante la Guerra Ruso-Japonesa, fue invitado por el almirante Stepan Makarov a unirse a él a bordo del acorazado de Makarov Petropavlovsk, pero el 13 de abril de 1904 golpearon dos minas mientras regresaba a Port Arthur y se hundió, llevándose consigo a la mayor parte de la tripulación, incluidos el almirante Makarov y Vereshchagin.