Olivier Anicet es un diseñador plástico apasionado por la pintura, la escultura, el diseño y la fotografía.
Anicet es un artista en movimiento. Su interés por la realidad, la de aquí y la de otros lugares, nunca ha sido negada, pues es de los viajes, de la actualidad o de su entorno en los que se inspira.
Al final de todo, su obra se presenta como un puente entre las culturas urbanas y populares y la historia del arte moderno, como un espacio reconstruido, con perspectivas imaginarias donde personajes divertidos encarnan la riqueza de la diversidad.
Fuente: I-CAC
La obra de Olivier es una pintura de contraste, de encuentro, de mestizaje, un universo alegre y poético, que invita a la aventura y al descubrimiento.
Su firma visual es "aNICET" al estilo de un monograma japonés Hanko, una práctica que ha establecido como un movimiento característico en su profesión desde 1996, cuando expuso en varias galerías.
A día de hoy, vive en la provincia de Francia, cerca de La Rochelle, donde ha optado por dar un paso atrás para darse tiempo de mirar y, a veces, de encontrar.
Para trabajar, utiliza principalmente cera y tiza de aceite en forma de barritas, así como todas las formas de lápices: el camino más corto desde los músculos hasta los diferentes soportes.
El fluir de su trabajo da la sensación de que fue producido por diferentes artistas. Es una forma de estimularse a sí mismo, o bien, de despertar el intelecto a través de diversas creaciones.
Gracias a su formación en artes gráficas, ha podido comprender que no debe encerrarse sistemáticamente en una forma estilística y que puede aprovechar los diferentes soportes que producen las innovaciones, reinventarse también es una búsqueda constante para encontrar soluciones.
Paralelamente a la producción que asegura para las galerías donde expone, Olivier está trabajando actualmente en nuevos trabajos: resúmenes, y también considerando una serie tipográfica y figurativa sobre el tema del jazz "We Love Jazz".
Más allá del diseño gráfico o la ilustración, las obras de Olivier Anicet adquieren una consistencia completamente diferente según los materiales y soportes utilizados.
Pero es sobre el lienzo donde se detiene y mezcla pintura, lápices, pasteles al óleo y otras plumas, ofreciéndonos así la profundidad de todo un mundo urbano en colores vivos.
Así mismo, las pinturas reunidas de su archivo presentan una vida urbana alegre y desenfrenada, un paseo. Los colores vivos y ácidos subrayan la arquitectura majestuosa e imponente, mientras que las composiciones vibrantes aportan ligereza y frescura.
Pocos personajes aparecen en estas imágenes resplandecientes, pero podemos adivinar una humanidad que palpita, que palpita, detrás de las fachadas estructuradas.