Sophie Adair es una joven talentosa británica autodidacta que reside en Francia cuyas pinturas se han presentado en exposiciones a nivel internacional.
Trabajando principalmente en pinturas al óleo, Adair crea paisajes marinos y paisajes de estilo realista que exploran la belleza del caos dentro de las tormentas.
Inspirándose en fotografías antiguas en blanco y negro, su trabajo se ha transformado gradualmente en paisajes monocromáticos y se caracteriza por su uso de paletas de colores limitadas y frías y un gran detalle técnico en la representación de luces y sombras.
Su trabajo se centra en las tormentas y la luz que encontramos dentro de ellas, por lo que pinta escenas íntimas y reales que invitan al espectador a mirar más de cerca y abrazar la oscuridad.
La oscuridad es algo de lo que la mayoría se asusta, pero para ella no hay nada más reconfortante que una tormenta creando caos, después de todo, no puede haber oscuridad sin luz.
Al fin y al cabo, es una pintora intimista de escenas reales que invita al espectador a mirar más de cerca y abrazar el caos.
Cuando era adolescente, Sophie dejó su ciudad natal de Preston, Reino Unido, para mudarse a París, y fue allí donde tomó por primera vez un pincel y se enamoró de la creación.
“Desde una edad temprana supe que tenía una fuerte necesidad de crear con mis manos, no fue hasta que descubrí la pintura que realmente encajé”.
De acuerdo a ella misma, su trabajo ha evolucionado de pintar el mar como tema a pintarlo como persona.
Históricamente, los barcos llevaban nombres de mujeres y a ella le pareció apropiado adoptar la misma práctica.
Por ello, cada pintura está personificada y lleva el nombre de mujeres, ya sean una figura histórica o simplemente una mujer fuerte que alteró mi vida de alguna manera.
Desde que comenzó a pintar en 2018, el trabajo de Adair se ha mostrado en espectáculos en el Reino Unido y Francia.
Y gracias a su enorme y cautivador talento con el pincel, ha ganado una amplia base de coleccionistas y acaba de ser invitada a su primera residencia de artista curada en Pouch Cove, Canadá.
Lo que distingue al arte de Sophie es la la belleza del caos dentro de sus tormentas.
¡No te las pierdas!