Una de las poetisas más aclamada de todos los tiempos es la estadounidense Elizabeth Bishop, quien se distinguió por describir con sobriedad lo que veía, sin ceder nunca al sentimentalismo.
El poema One Art, de 1976, está, merecidamente, entre los más venerados en el idioma inglés y esto no se dio por azares del destino.
Desde el día que nació, un 8 de febrero de 1911, hasta el día que falleció, un 8 de octubre de 1979, su vida estuvo marcada por la tragedia.
Su padre murió cuando ella tenía 8 meses. Cuando Elizabeth Bishop tenía 5 años, su madre fue internada permanentemente en un manicomio.
Fue una auténtica huérfana que, en diferentes momentos de su vida, tuvo que vivir con varios miembros de su familia.
Su primer gran amor fue Lota de Macedo Soares, una paisajista y arquitecta brasileña. Estuvieron juntos durante 17 años, viviendo en Brasil. En 1967, Soares se suicidó, a los 57 años.
Tres años más tarde, Bishop conoció a Alice Methfessel, que era tres décadas más joven. Para Bishop, quien en aquel momento estaba enferma, fue un amor obsesivo.
Fue una tragedia para Bishop cuando, en 1975, Methfessel conoció a otra persona y la abandonó aunque más tarde se reunieron.
En dicho momento fue cuando Elizabeth Bishop, a sus 60 años, durante uno de los periodos de separación de su pareja Alice Methfessel escribió el tan famoso poema One Art, el cual hablaba sobre la pérdida, sobre la capacidad de soportar la desgracia y el dolor.
A diferencia de muchos de sus contemporáneos, Bishop no solía incluir detalles autobiográficos en sus escritos pues no quería unirse a lo que llamó la "escuela de la angustia". Valoraba la distancia entre la vida y el arte.
Bishop no era un poeta confesional. Ella era una maestra en contener y ocultar emociones, pues como nadie más lo ha hecho en su obra confluyen extrañamente lo impersonal con lo íntimo.
