La obra del artista mexicano Omar Barquet, de 42 años, resulta interdisciplinaria y hasta cierto punto muy abierta.
Lo anterior debido a que este trabaja con muy diversos formatos que van desde la pintura, escultura, estampa, performance y múltiples colaboraciones con varios artistas de muy diversas disciplinas.
Barquet estudió la licenciatura en Artes Plásticas en La Esmeralda de la Ciudad de México, donde radica desde el año 2000.
Es miembro fundador del Colectivo de arte Segundo Piso, con José Luis Landét, Agustín González y Moris.
Ha sido acreedor a numerosas distinciones, incluyendo las becas estatal y nacional del fondo para la cultura y las artes en el programa de Jóvenes Creadores, además de la Beca MACG – Bancomer Arte Actual en 2009.
Omar Barquet ha sido seleccionado para diversas residencias internacionales, incluyendo Capacete en Río de Janeiro y Casa Tomada en Sao Paulo, ambas en Brasil. Realizó igualmente estancias en MAAS, Nueva York, y Tupac en Lima, Perú.
Su trabajo ha sido expuesto en diversas galerías y museos nacionales e internacionales, destacando muestras individuales en Mandragoras Art Space, Nueva York; el Museo Experimental El Eco, Ciudad de México; Kunsthalle, Sao Paulo; Museo de Arte Contemporáneo, Mérida, y la Galería Christinger de Mayo, Zúrich, entre otras.
Actualmente Omar Barquet es uno de los grandes talentosos artísticos de La Galería Arróniz en la Colonia Roma, en la Ciudad de México, por lo que te invitamos a conocerlo un poco mejor a través de Bio FAHRENHEIT°.
¿Estudiaste arte o eres autodidacta?
Tengo una licenciatura en artes en La Esmeralda.
Describe tu profesión en una frase.
Es la profesión más sanadora y expansiva que pude haber escogido.
¿Cuál fue la primera obra que te marcó para iniciar tu camino en el arte?
En primer lugar, las portadas de los discos. Soy un coleccionista ávido de discos. Luego en Yucatán vi varias obras de Fernando García Ponce. Vi las obras, vi su restirador y dije: “es esto, yo quiero estar sentado pensando con estos materiales y expandiéndome a estas escalas”, ahí sentí que declaré mi camino.
Lugar de inspiración o reflexión.
El Caribe, yo crecí en el Caribe, no puedo trabajar ahí, pero es donde más me inspiro. Siento que hago meditación activa, me estoy moviendo, estoy imaginando y estoy olvidando cosas, estoy en mi presente, fluyendo.
Pero también me gusta su parte oscura, sus tormentas, sus cambios, sus transiciones, son importantes para mí; esa fragilidad que hay en ese contexto, me inspira mucho.
¿Cuál es tu punto de encuentro favorito con los amigos?
El estudio, este es mi rincón. Aquí han habido fiestas, sesiones de escucha de música, es un lugar que he hecho para estar solo y para compartir las cosas que más me gustan.
¿Cuál fue tu primera obra?
Recuerdo estar intentando hacer dibujos para portadas de futuros discos para la banda que tenía con mi hermano. Me imaginaba haciendo escenografías, dirección de arte para el proyecto musical. No sé si eran obras, pero fueron las primeras cosas que creaba con una intención.
Tres creadores que admiras.
Hay muchos. Ahorita es una época en la que admiro a muchos artistas contemporáneos y el desfase de artistas de generaciones muy anteriores (pueden venir desde los mosaicos bizantinos). Me gusta la esencia de ciertas obras, las cosas incompletas de esas obras; más que haya un autor en particular, es como una forma muy críptica de descubrir una cultura.
¿Qué es lo que más importante en tu día a día?
No es tanto con el arte, es sentirme bien.
En tres palabras, ¿cómo te describen tus cercanos?
Que soy un relajo a veces, que tengo la cabeza en muchos lados. Soy disperso, alguien muy generoso y alguien muy tenaz.
Algo que quieras agregar.
Hay que estar agradecido con lo que está pasando, con lo que estás generando.