La cotidianidad, la memoria y el tiempo son elementos que siempre están presentes en las obras multidisciplinarias del costarricense Luciano Goizueta.
Además de pintar, Goizueta suele trabajar con la fotografía, el montaje, el video y las nuevas tecnologías, siempre buscando nuevas formas de interrelacionar dichas técnicas.
Desde niño mostró interés por la ciencia y el arte. El método científico: la observación, las hipótesis, las predicciones, la experimentación y el análisis de los resultados informan su obra artística por él; estas búsquedas y observaciones son en última instancia su obra.
Este artista, que estudió por un lapso de cuatro años artes gráficas, es gran admirador de Edward Hopper, lo que se logra apreciar en sus obras.
La prolífica carrera de este artista de 39 años cuenta con más de 80 exposiciones individuales y colectivas dentro y fuera de su país en galerías, museos y ferias de arte en tres continentes.
Resulta curioso como Gouzieta trabaja, pues siempre está buscando algo que le interese lo suficiente como para utilizarlo en casi cualquier situación: un momento, una imagen o incluso la misma cotidianidad.
Para este gran artista, el observar, investigar, digerir, resemantizar y excretar algo procesado por ese filtro único que es cada quien, ya que no existe una sola persona igual a otra entre los casi 8 billones que habitamos este planeta, es lo que verdaderamente significa crear.
Pero el acto mismo de trabajar con una imagen, desencadena en Luciano Goizueta procesos que van dando forma a las nuevas piezas o proyectos. Revisar sus archivos y ordenar sus colecciones de objetos e imágenes siempre me dispara ideas.
Actualmente divide su tiempo entre su familia, su carrera como artista visual y la codirección de _temporal, un espacio artístico sin fines de lucro que promueve el diálogo y la producción artística en San José, Costa Rica.