Henri Dauman, el renombrado fotógrafo cuyas icónicas imágenes inmortalizaron la era de la posguerra y la cultura de celebridades, falleció a los 90 años en su hogar en Hampton Bays, Nueva York. El deceso de Dauman, un sobreviviente del Holocausto y emigrante francés, marca el fin de una era en la fotografía que capturó momentos históricos y retrató a algunas de las figuras más destacadas del siglo XX.
Nacido en París el 5 de abril de 1933, Dauman vivió una vida marcada por la tragedia y la superación. Sus padres, judíos inmigrantes de Polonia, fueron víctimas del régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial, lo que lo llevó a enfrentar la persecución y la separación de su familia. Su talento para la fotografía, desarrollado mientras trabajaba como aprendiz de fotógrafo en su adolescencia, se convirtió en una forma de escapar y documentar el mundo que lo rodeaba.
Dauman emigró a Nueva York en la década de 1950 y rápidamente se estableció como un fotógrafo independiente. Sus imágenes, que combinaban una estética cinematográfica con una mirada íntima a sus sujetos, llamaron la atención de las principales revistas de la época, incluyendo Life, The New York Times Magazine y Newsweek.
El legado de Dauman se cimentó con retratos memorables de figuras emblemáticas como Marilyn Monroe, Elvis Presley, Jacqueline Kennedy y el presidente John F. Kennedy. Su habilidad para capturar la esencia auténtica de sus sujetos, más allá de su imagen pública, le valió un lugar destacado en la historia de la fotografía.
Yves Saint Laurent en 1958, en Times Square. Foto: The New York Times
Entre sus momentos más sobresalientes se encuentra su cobertura del funeral de John F. Kennedy en 1963, donde capturó la imagen icónica de Jacqueline Kennedy, con el rostro velado, caminando en el cortejo fúnebre junto a los hermanos de su esposo. Sus fotografías ocuparon cinco páginas de la revista Life, dejando una impresión imborrable en la memoria colectiva.
Además de su trabajo con celebridades, Dauman también documentó eventos históricos y movimientos sociales, incluyendo protestas por los derechos civiles y escenas de la ciudad de Nueva York. Su trabajo se destacó por su capacidad para dar vida a momentos de la historia y abrir nuevas perspectivas en la fotografía documental.
Henri Dauman deja un legado duradero en el mundo de la fotografía, con un estilo que desafió las convenciones y una habilidad para capturar la humanidad en sus imágenes. Su contribución al arte de la fotografía seguirá siendo recordada y apreciada por las generaciones futuras.
Su obra perdurará como un testimonio eterno de la vida y los tiempos que él tan apasionadamente retrató a lo largo de su carrera. Henri Dauman, un maestro de la fotografía, será extrañado pero nunca olvidado.