El fascinante arte de Atong Atem es un entretejido del pasado y el presente.
Basándose en sus experiencias como migrante y su fascinación por la historia, su creatividad al borde del estrellato mundial nos lleva a su mundo hipersaturado y ricamente visual.
De este modo, Atong Atem está en medio de una especie de torbellino, y con sede en Melbourne, se dice estar llena de nuevos descubrimientos y gratitud por las mujeres que ayudaron a moldearla, impulsadas por su momento frente a la cámara.
“Mi hermana y mi madre son probablemente las personas más cercanas a mí en mi vida. Las he fotografiado individualmente y por separado; en el pasado pensé en hacer una foto grupal o algún tipo de gran sesión familiar con ellos, como parte de mi práctica, por lo que hacer que eso cobre vida es bastante significativo y sorprendente”, dice ella.
“También creo que se siente como si estuviera reconociendo a las personas que me ayudaron”.
Investigando imágenes del pasado, Atem ve en su arte la posibilidad de converger inesperadamente con su propia realidad.
El uso de Atem de telas vibrantes y coloridas también es una respuesta a ideas históricas complicadas sobre la cultura y la propiedad en África.
Paralelamente a su exploración de la naturaleza del lugar, la cultura y las narrativas poscoloniales, la serie de poderosos autorretratos de Atem se enfoca en cómo las percepciones de identidad se forman a través de las relaciones entre el lugar, la vestimenta y las costumbres y la forma en que cambian con el tiempo o se fusionan cuando las personas moverse.
Ocasionalmente haciendo referencia a la historia del arte, como "Cara azul" inspirada en "La joven de la perla" del artista holandés Johannes Vermeer (c. 1665), sus obras también hacen referencia a los fotógrafos innovadores del siglo XX Malick Sidibe, Philip Kwame Apagya y Seydou Keita. quien amplió las tradiciones del retrato de estudio. Con un espíritu similar, Atem explora las intersecciones entre el lugar, la gente y el tiempo para crear una representación visual de la conexión con la cultura.
Al final de todo, su arte es una combinación de un amor por la historia y una veta creativa innegable hizo que Atem trabajara para crear sus propias narrativas poscoloniales a través del arte.
Atem aclara que su trabajo no pretende ser “un acto de resistencia”, más bien, da vida a sus observaciones personales de la historia, como una refugiada sursudanesa nacida en Etiopía que vive en Australia, cuya vida ha sido definida por experiencias de diferentes culturas.