Desde pequeño, Amir Lucky sintió un llamado a ser artista. El ambiente artístico le era conocido desde niño ya que su padre, el pintor Rafael Candanedo, trabajó por muchos años en un negocio familiar de rotulación.
Siendo muy joven, Lucky convirtió su vocación en propósito de vida. A sus 20 años, su curiosidad lo llevó a emprender un viaje a Italia, viaje decisivo en su vida profesional.
En Roma observó de primera mano los frescos de la Capilla Sixtina y el Vaticano, que lo introdujeron a los monumentales formatos y al claroscuro de los viejos maestros renacentistas -Miguel Ángel y Rafael- entre otros grandes de las artes.
La pulida propuesta visual de Lucky que hoy en día podemos observar es resultado de un intenso y continuo ejercicio introspectivo. La búsqueda de su lenguaje visual y su manera de expresión no se dieron de manera fácil ni inmediata. Por el contrario, son el resultado de un largo proceso de exploración y maduración tanto en el aspecto conceptual como en el técnico.
Actualmente Amir Lucky es uno de los talentosos artistas que forman parte de Galería Habitante, por lo que te invitamos a conocerlo un poco mejor a través de Bio FAHRENHEIT°.
¿Estudiaste arte o eres autodidacta?
Ambos.
Describe tu profesión en una frase.
Estilo de vida.
¿Cuál fue la primera obra que te marcó para iniciar tu camino en el arte?
Las pinturas de mi padre.
¿Lugar de inspiración o reflexión?
Boquete en Chiriqui, Panamá.
¿Cuál es tu punto de encuentro favorito con los amigos?
Armónica shop, ciudad de Panamá.
¿Cuál fue tu primera obra?
El reloj de mi sala, cuando tenía 3 años.
Tres creadores que admiras.
Olga Sinclair, David Choe y Craola.
¿Qué significa para ti crear?
Una constante búsqueda, una terapia, un desahogo de emociones.
¿Qué es lo más importante en tu día a día?
Mejorar física, mental, espiritual y profesionalmente.
En tres palabras, ¿cómo te describen tus cercanos?
Alguien de confianza.