El trabajo de Mauro Giaconi, de 45 años, se desarrolla en el campo de la escultura, la instalación y principalmente en el dibujo, que actualmente funciona como eje de toda su producción y del cual parte para generar intervenciones espaciales e imágenes que transitan la estética del caos y la investigación procesual.
Resulta que la arquitectura, el cuerpo, la memoria y el entorno son elementos claves en la obra de este argentino que se enfoca en proponer experiencias que procuran estar en tensión entre conceptos opuestos: construcción y destrucción; nacimiento y muerte; encierro y libertad; profundidad y superficie; sueño y despertar.
En el año 2001 egresó de la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, Buenos Aires, Argentina, con el título de profesor Nacional de Pintura.
Ha recibido el primer premio Philips para Jóvenes Talentos, mención del jurado y mención de honor en el Salón Nacional de Dibujo. Además, fue seleccionado para el Primer y el Segundo Premio ArteBA-Petrobras, y fue becario durante el año 2010 del Centro de Investigaciones Artísticas (CIA).
La obra de Giaconi forma parte de colecciones como la SPACE Collection, en Estados Unidos; el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, en Argentina y el Miami Art Museum, en Estados Unidos, entre otros. Por el momento vive y trabaja en la Ciudad de México.
Actualmente Mauro Giaconi es uno de los grandes talentosos artísticos de La Galería Arróniz en la Colonia Roma, en la Ciudad de México, por lo que te invitamos a conocerlo un poco mejor a través de Bio FAHRENHEIT°.
¿Estudiaste arte o eres autodidacta?
Estudié arte en la Escuela Nacional Emilio Porredón, en Buenos Aires.
Describe tu profesión en una frase.
Es una profesión que busca transformar simbólicamente la realidad.
¿Cuál fue la primera obra que te marcó para iniciar tu camino en el arte?
Más que una obra fue una situación, fue un viaje en el Sur de Argentina, en la Patagonia, en donde conocí a un grupo de estudiantes de arte que estaban dibujando y hablando del dibujo debajo de un árbol (un momento muy hippie), fue ese momento en el que me di cuenta. No creo que haya sido una obra en particular.
Lugar de inspiración o reflexión.
La inspiración es una cosa difícil de entender, pero un lugar sería México.
¿Cuál es tu punto de encuentro favorito con los amigos?
Obrera Centro, es mi estudio, es un proyecto que armamos como punto de encuentro. Me nutre mucho.
¿Cuál fue tu primera obra?
Lo primero que hice que me significó lo suficiente como para creer que ahí había algo, fue un ejercicio en la escuela, en la cátedra Carolina Antoniadis. Era un dibujo que hacía con barniz, el barniz hacía traslucido el papel y dejaba ver una serie de textos que era una receta médica derivado de la morfina (fue un periodo en el que tenía muchos problemas de dolor). Creo que fue un lugar en donde entendí que ese era un medio de comunicación que podía explorar, no la puedo considerar como obra porque todavía no tenía tan claro qué significaba eso; aunque ya era el final de la carrera. Pero fue el primer gesto sólido en el que entendí que había algo que explorar.
Tres creadores que admiras.
Paso porque nunca tuve la capacidad de elegir. A los que admiro son mis amigos y amigas, la gente con la que hablo de lo que hacemos.
¿Qué significa para ti crear?
Poder construir la autonomía de decidir qué hacer con mi tiempo
En tres palabras, ¿cómo te describen tus cercanos?
Ojalá que si les preguntaran dijeran que un buen amigo.