No hay duda de que la puntuación de Ennio Morricone, quizás uno de los únicos compositores cinematográficos cuyo estilo era tan distintivo que lo reconocías tan pronto como escuchabas las primeras notas.
Ennio comenzó su carrera como trompetista, en teatro musical y música adyacente al jazz, pero también en música experimental de vanguardia haciendo efectos en la boquilla, y ese es el tipo de cosas que fueron definiendo su trabajo tan peculiar.
Con su enfoque que cubrió todo, desde grandes óperas corales, horrores de sintetizadores claustrofóbicos, westerns eléctricos sarcásticos y hermosas melodías románticas, Morricone revolucionó la forma en que sonaban las películas en más de 500 bandas sonoras clásicas.
En última estancia, y aún después de su muerte a los 91 años, la forma en la que reformuló el estilo en que las películas usaban la música para potenciar sus ritmos emocionales, e influencias a bandas como Muse y Metallica hasta Radiohead y The Last Shadow Puppets sigue más vivo que nunca.
Fuente: LA RAZÓN ONLINE
Por eso y una vida grandiosa que dejó detrás, es hora de mirar hacia atrás a las cinco mejores bandas sonoras de de il maestro, Ennio Morricone.
‘Malèna’ (2000)
En esta película protagonizada por la actriz italiana Monica Bellucci, una oda deslumbrante al primer amor, la sinfonía agridulce de romance adolescente e intolerancia de pueblo pequeño de Morricone gotea lujuria y anhelo. Su partitura clásica de buen corazón logra sentirse ligeramente triste y melancólica al mismo tiempo.
La historia siciliana de Giuseppe Tornatore sobre la mayoría de edad es más leve que algunas otras de sus más grandes epopeyas, pero Morricone logra llenar la película con las emociones más grandiosas.
‘Days Of Heaven’ (1978)
El romance elegíaco de Terrence Malick se desplaza a través de campos de maíz dorados y paisajes rurales estadounidenses en una oda a la pintura de paisajes y la extensión estacional de la naturaleza.
En resumen, es un deleite visual, y por ello llega a la lista, porque la proyección es hermosamente empatada por Morricone, que ofrece la otra cara rica de las vistas vacías y muertas, retomando un poco de lo que habia hecho las bandas sonoras delos westerns que tanto lo vieron triunfar.
Increíblemente, la música no solo logra los notables sentimientos, sino enaltece la actuación de Richard Gere y Brooke Adams.
La pieza titulada Harvest, una melodía de flauta flotante, responde al lenguaje visual que tanto distingue a la película. El tema del amor orquestal, uno de los más tiernos de Morricone, comunica tanto el arrebato de la devoción como, tal vez, una tensión de ambivalencia nostálgica apropiada a la situación de la película.
‘The Mission’ (1986)
Ennio Morricone es bien conocido por sus trabajos en El bueno, el malo y el feo, y Érase una vez en el Oeste, pero fue realmente La Misión que le dió al compositor su banda sonora más ambiciosa.
Teniendo que usar instrumentos indígenas y música clásica de iglesia coral para componer el sonido de dos mundos que se encuentran por primera vez, Morricone elaboró un poderoso tema principal que se destaca como el más hermoso y arrollador.
Para esta gran película que no te puedes perder, el compositor trae todos sus poderes de grandeza a Falls, que incorpora flautas de pan y guitarras con dedos contra cuerdas orquestales, articulando tanto el asombro por el mundo natural como un toque de tristeza por un paraíso perdido.
‘The Untouchables’ (1987)
Sacada de algún lugar entre una radionovela y un cómic, la gran película de gánsteres de chicago de Brian De Palma aún golpea con fuerza, pero en parte gracias a la puntuación rápida y contundente de Morricone.
A los buenos se les dan grandes temas de superhéroes, a los malos se les dan trompetas quejumbrosas mientras toda la acción se ve ambientada en un metrónomo de latidos que transmite los mejores fragmentos de la película con la violencia y el poder que necesitan para mantener las cosas retorcidas.
El llamativo y poco ortodoxo uso de los instrumentos electrónicos dentro del entorno de la orquesta tradicional y los instrumentos se convirtieron en un sello distintivo del maestro después del lanzamiento de la película, ya que además de la innovación, captura tanto la energía dinámica del conflicto entre Eliot Ness (Kevin Costner) y Al Capone (Robert De Niro) así como la intensidad del idealismo y la pérdida.
Mención honorífica: ‘Cinema Paradiso’ (1988)
Para muchos, la mejor banda sonora de Morricone fue la que hizo para el director Giuseppe Tornatore en Cinema Paradiso. Para varios, es la más romántica, una carta de amor con los ojos muy abiertos al cine, misma que se ubica lo más lejos posible de sus exageradas epopeyas de vaqueros.