En las raras entrevistas que ha concedido, Yayoi Kusama ha descrito el arte como un salvavidas durante una vida de crisis. Atormentada por alucinaciones visuales y auditivas desde la infancia, esta artista ha creado intrincadas abstracciones, a menudo sumamente abrumadoras y ahora famosas en todo el mundo, que le sirven como una traducción aproximada de una interioridad asediada.
Debido a esto, el Museo M+ de Hong Kong está apostando a que los visitantes de su exitoso espectáculo Kusama pueden encontrar un consuelo similar en sus creaciones.
El recinto está regalando 10.000 entradas para Yayoi Kusama: 1945 to Now a estudiantes locales como parte de un taller destinado a ayudarlos a expresar sus problemas de salud mental.
Y definitivamente no existe mejor momento que este este debido a que las estrictas normas de distanciamiento social de la ciudad finalmente se han levantado, dejando a los residentes con la abrupta tarea de reactivar su interacción social.
Sex Obsession, 1992. Yayoi Kusama. Foto: M+ Website
Para alcanzar la meta que se plantearon, M+ se asoció con “Shall We Talk”, una iniciativa gubernamental basada en el alcance de la salud mental, por lo que lanzaron el programa “Shall We Talk at M+”.
“No somos terapeutas, no necesariamente podemos ayudar a nadie en ese sentido, pero podemos ayudarlo a conectar su propia expresión emocional con lo que está experimentando”, dijo Keri Ryan, curadora principal de aprendizaje e interpretación en M+ a South China Morning Post. “Podemos ayudar a las personas a sentirse más cómodas expresándose a través de la creación de arte o caminando por la exposición”.
Esta es la exposición más grande del trabajo de Kusama en Asia fuera de Japón y presenta más de 200 obras, incluyendo pinturas, dibujos, esculturas e instalaciones. Está organizado cronológicamente, abarcando desde los dibujos que hizo cuando era adolescente durante la Segunda Guerra Mundial hasta su último Infinity Room.
El programa “Shall We Talk at M+” brinda a los estudiantes una visita guiada a través de la exposición que fomenta el diálogo con la exhibición. El programa también ofrece una serie de talleres donde los participantes pueden responder con sus propias obras de arte.
Cabe señalar que el programa prestará especial atención al apartado de la muestra dedicado a los autorretratos de Kusama, que comenzó a realizar hace unos 70 años, pues resulta realmente sanador entender la imagen que tenemos de nosotros mismos, la cual nunca deja de cambiar y eso brinda nuevas oportunidades.