Ponerse en forma nunca había sido tan placentero. La firma Masquespacio ha conseguido que ir al gimnasio resulte una experiencia vibrante y singular que trascienda la rutina de entrenamiento.
Pero, para vivir esta experiencia, hay que ir a Salzburgo, en Austria, donde se encuentra el nuevo club de King Kong que han diseñado Ana Milena Hernández Palacios y Christophe Penasse.
Las instalaciones que han creado ofrecen un entorno único que suscita el interés de los usuarios ya que los transporta a un escenario excitante inspirado en las discotecas de techno de los años 80 y el cyberpunk.
El proyecto parte del deseo de su fundador, Max Schirnhofer, de crear su nuevo club inspirado en estos espacios. Debido a esto, el equipo de Masquespacio le propuso desarrollar una línea estética con un toque futurista que aportara un aire más innovador y sofisticado.
El resultado es el nuevo King Kong Club, un gimnasio de nueva generación que se enfoca en cuatro conceptos diferentes de entrenamiento: Lift, entrenamiento de fuerza; Rush, basado en el concepto HIIT; Bags, enfocado en el boxeo, y Flow, dedicado a yoga.
El club cuenta con 800 metros cuadrados distribuidos en dos plantas. En la planta baja se encuentra la recepción y, tras ella, el bar y área social. En la superior, las salas de entrenamiento y vestuarios.
En todo el lugar se incorporaron toques de azul como color destacado. Masquespacio creó en el área social un original espacio a partir de tubos de aire acondicionado diseñados a medida que funcionan como asientos y maceteros decorativos. La distribución a dos niveles optimiza el espacio y aporta fluidez y movimiento.
Desde el exterior llama la atención un impactante juego de luces que invita a entrar y descubrir lo que ocurre en el interior, generando la sensación de adentrarse en el futuro. El club juega continuamente con ese contraste entre la imagen del futuro y la estética los años 80, lo que lo hace sencillamente fabuloso.