Durante más de 15 años, la bella artista Sofia Minson ha capturado la imaginación de los compradores de arte más exigentes de todo el mundo con sus pinturas y grabados originales.
Nacida en Auckland en 1984, Sofía pasó gran parte de su infancia en Samoa, Sri Lanka y China debido al trabajo de ingeniería civil de su padre. Al regresar a Nueva Zelanda cuando era adolescente, la pintura le permitió reconectarse con su tierra natal y su herencia mixta maorí y europea, así como celebrar la diversidad cultural y religiosa que había experimentado en el extranjero.
De esta manera, comenzó a realizar retratos maoríes contemporáneos, y que con el paso de los años, fueron ayudando a evolucionar la cultura actual a través de sus propias formas de arte o roles en la sociedad.
Sus paisajes terrestres y marinos míticos y primordiales con antiguas waka (canoas) fueron encontrando inspiración en los mitos de la creación y la historia de los viajes de Aotearoa.
Conforme avanzaron los años, Sofía se convirtió en una galardonada artista con sus retratos y paisajes llenos de mitos antiguos, magia y simbolismo.
Sus pinturas originales y grabados de bellas artes fueron abriéndose camino al ser obras que entrelazan el arte maorí contemporáneo con el de otras culturas y corrientes, como la europea, hindú, budista y egipcio.
El trabajo de Sofia es único y relevante a nivel mundial, explorando la frontera entre el arte visual y las imágenes sagradas.
Imprescindible en cualquier colección de pinturas contemporáneas significativas. Su herencia y visión inspiran a descubrir conexiones entre diversas culturas.
En Nueva Zelanda, Sofia es muy respetada por sus originales retratos de maoríes y se está convirtiendo rápidamente en una artista de renombre internacional a medida que le surgen compradores de arte exigentes en lugares tan lejanos como Estados Unidos, Asia, Reino Unido y Europa, que agregan su trabajo a sus colecciones.
Para mí, la verdadera belleza es la sabiduría que brilla a través de formas elegantes. Honro el cosmos con cada pincelada, mientras se revelan la geometría sagrada, los paisajes y los rostros.
Al mantener su arte conectado con sus raíces maoríes, la obra de Sofia celebrar la diversidad cultural y religiosa que ha experimentado al viajar por el mundo.
“Necesitamos símbolos aspiracionales para navegar en este extraño mundo nuevo", menciona la artista, y es precisamente a través de su arte que se explora las semillas de la verdad que son comunes entre las tradiciones aparentemente extendidas a lo largo y ancho del tiempo y el espacio.
“Me siento muy conectada con la tierra aquí y siento que esta tierra es mi hogar”
Sofia ha ganado tres premios nacionales de arte, incluido el prestigioso premio Molly Morpeth Canaday Art Award. Es, además, cuatro veces finalista en los premios Adam Portraiture Awards de la New Zealand Portrait Gallery.
El arte es el vehículo de Minson para explorar nuestra evolución humana compartida.
Está constantemente asombrada por los temas recurrentes en la narración y los símbolos visuales de diversas personas, culturas y tradiciones espirituales de todo el mundo.