La mirada del fotógrafo Paul Strand (1890) supera las barreras de la estética al contar, mediante una sola imagen, la biografía, el contexto y la historia de un lugar o persona.
De ahí que sea un referente imprescindible en las áreas documental y estética para los nuevos artistas de la lente.
Originario de Nueva York, Strand comenzó su carrera a la edad de 18 años incorporándose al taller de fotografía de Lewis Hine en la Ethical Cultural School.
Hacia 1909 se integró al Camera Club de Nueva York y, tres años más tarde, conoció a su mentor y amigo, Alfred Stieglitz, fotógrafo asociado al Pictoralismo y a la fotografía directa; también conocido por su matrimonio con la pintora Georgia O’Keefe.
En sus inicios el trabajo de Paul Strand tendía a lo abstracto y formal, pero con el paso del tiempo se concentró en utilizar la fotografía como una herramienta de denuncia y de compromiso social.
Con sus paisajes urbanos, realizados en gran parte con la ayuda de un periscopio, exploró los principios de la estética moderna y se sumergió en la corriente de la Nueva Objetividad.
A partir de 1921 experimentó con el séptimo arte y produjo las películas Manhatta, Redes (1934), The Plow that broke the plains (1935), Heart of Spain (1940) y Nativa Land (1942); todas ellas catalogadas como clásicos del siglo XX.
Manhatta se grabó en colaboración con el pintor Charles Wheeler, y es un cortometraje inspirado en el poema homónimo del escritor Walt Whitman.
En la década de 1930, divorciado y alejado de su círculo cercano de amistades, Paul Strand inició un viaje al suroeste de Estados Unidos, Taos y Nuevo México.
En donde realizó retratos, fotografías de pueblos abandonados y paisajes, e inició una amistad con el compositor y director de orquesta Carlos Chávez.
El México de Paul Strand
El 16 de noviembre de 1932, Paul Strand visitó México por invitación de Carlos Chávez para trabajar en el Departamento de Bellas Artes; no obstante, el artista encontró una oportunidad de reflexionar acerca de las imágenes y su implicación social.
De este modo, en 1933 realizó una exposición en la Sala de Arte de la Secretaría de Educación Pública con 54 imágenes tomadas, en su mayoría, por su paso en Nuevo México.
Durante su estancia en país y bajo el patrocinio del Estado mexicano, Strand expuso las desigualdades económicas y sociales a través de su obra, como la película de 1934: Redes, filmada en el puerto de Alvarado, Veracruz, junto al compositor y director de orquesta Silvestre Revueltas.
Sin embargo, por problemas burocráticos y dificultades técnicas, el fotógrafo no dio seguimiento al resultado final del largometraje y regresó a Nueva York.
En 1936 la película salió a la luz como parte del catálogo de Frontier Films, una productora y distribuidora de documentales con inclinación político progresista, de la que Strand formaba parte.
Cuatro años más tarde, en 1940, publicó la primera edición de la antología Photographs of Mexico, una compilación de 20 fotograbados que prólogo del cineasta Leo Hurwitz.
Dicha publicación tuvo una segunda edición en 1967 y el prólogo estuvo a cargo del muralista Davild Alfaro Siqueiros.
Exilio europeo
De ánimo combativo y siempre crítico de las injusticias sociales, el fascismo, el racismo y la guerra, Paul Strand se exilió en Europa en 1951 y mantuvo su compromiso con el trabajo social a partir de la fotografía.
Las siguientes décadas retrató imágenes de villas y aldeas alrededor del mundo y publicó, entre otros trabajos, los fotolibros Tir a’Mhurain: Outerr Hebrides (1962), Living Egypt (1969) y Ghana: An African Portrait (1976).
Algunas de sus exposiciones más sobresalientes se realizaron en el Museo de Arte Moderno en 1945 y en 1956, con la muestra Diógenes con Cámara III al lado de August Sander, Walker Evans y Manuel Álvarez Bravo.
En 1971 el Museo de Arte de Filadelfia le dedicó una retrospectiva a su trayectoria.
Paul Strand falleció el 31 de marzo de 1976 en Francia, luego de imprimir dos portafolios con contenido original: Onn my Doorstep y The Garden.