İbrahim Balaban fue un peculiar pintor turco no solo por sus pinturas expresivas sobre la población del campo de su país, sino por contar con el fascinante anécdota de que aprendió a desarrollar su talento desde una celda de prisión.
Nacido en 1921 en Bursa, fue educado en la escuela del pueblo donde nació, aunque solo alacanzó el tercer grado de primaria ya que sus padres lo forzaron a sair de la escuela para atender los deberes del hogar. No obstante, fue un dedicado a su libreta, donde guardaba bocetos y textos que él mismo creaba.
No obstante, en los últimos días de 1937, a la edad de 16 años, fue encarcelado por cultivar cannabis, con lo que tuvo que cumplir una condena que medianamente sobrellevó con sus dibujos y pinturas con lápices de colores mojados en aceite de oliva, pero aunque su castigo debía solventarse con una multa y no tuvo capacidad de hacerlo, su condena se extendió a tres años.
Fuente: İbrahim Balaban-Bursa Museum
Encerrado, no solo luchando por mantener su talento hacia la pintura viva, tuvo que pelear por la manutención de su propia vida y de su cordura mental ante la agresión otros reclusos y la noticia de la muerte de su esposa e hijo. Pasó los años entre 1942 y 1944 preso y luego entre 1947 y 1950, ya que se le volvió a condenar por contestar la agresión de sus compañeros de celda.
En medio de sus años que se fueron haciendo largos, finalmente brilló una luz para el todavía joven artista, ya que conoció a Nâzım Hikmet, 20 años mayor que él, quien le ayudó a desarrollar la mejor de sus habilidades y a adquirir conocimientos prácticos sobre filosofía, sociología, economía y política.
Al lograr su tan ansiada libertad, se volcó a una vida en el campo, donde comenzó a producir pinturas que fueron fácilmente encontrando una audicencia gracis a su decisión de plasmar la vida aquellos que se dedicaban al cultivo. Presentó la teoría y basó su arte en esta teoría gozando de una notoriedad importante en su país y en el escenario internacional, aunque a un paso más lento.
Abrió su primera exposición en el Centro Cultural Francés de Estambul en 1953, y en los años posteriores, abrió muchas exposiciones tanto en Turquía como en el extranjero. Tras el golpe de estado turco de 1960, durante el gobierno de la junta militar en 1961, fue encarcelado durante seis meses, esta vez por el carácter político de sus pinturas.
Fue juzgado por un cuadro en la exposición del Grupo Yeni Dal en 1961, pero fue absuelto, aunque nuevamente en 1968, fue juzgado por una pintura publicada en la revista Gazi; pero también fue absuelto, aunque sus obras constantemente sufrieron de ataques, con lo que se animó a practicar la realización de textos, una tarea que culminó en la creación de 11 títulos desarrollados entre la década de 1970 y 1980.
Ante su variada colección de pinturas, los críticos comenzaron a definir al artista como "un pintor que produce obras de realismo social basadas en la vida de la gente de Anatolia y leyendas populares".
El artista, que anteriormente se había desenvuelto narrando la pobreza de la vida del pueblo y las herramientas de producción campesina, se acercaba gradualmente a las epopeyas, a las creencias populares, a los héroes, a los mitos y a la mitología. Poco a poco, sentó sus bases como un pintor de la migración a la ciudad, de la lucha por la vida y de la democracia en la ciudad.
En junio de 2019, İbrahim Balaban murió a la edad de 98 años en Estambul después de haber estado en un hospital durante dos semanas por una fractura de fémur. Murió de insuficiencia orgánica múltiple.