Ken Currie es conocido por su inquietante interpretación de la figura humana.
Las ricas y luminosas pinturas del artista representan misteriosos ritos, rituales y prácticas casi médicas, ofreciendo una meditación sobre la violencia en sus múltiples formas.
Nacido en North Shields en 1960 de padres escoceses, Currie estudió en la Escuela de Arte de Glasgow de 1978 a 1983, y llamó la atención dentro de una generación de pintores conocidos como los "New Glasgow Boys" en la década de 1980.
En 1987, Currie completó una poderosa serie de pinturas históricas a gran escala para el Palacio del Pueblo en Glasgow, en conmemoración de la masacre de los Calton Weavers, y a partir de entonces, el fogueo de su arte empezó a cobrar una notable importancia.
A lo largo de la década de 1990, profundamente afectados por los acontecimientos humanitarios en Europa del Este, las obras de Currie evolucionaron, y ahora, su enfoque cambió para confrontar las ideas de mortalidad y corrupción, tanto física como moral, con lo que cobró una nueva trascendencia entre coleccionistas, galerías, y el mundo de arte en general.
Así, durante los últimos 10 años, el trabajo de Currie ha abordado los horrores del mundo contemporáneo, sin rehuir su brutalidad o naturaleza grotesca.
Con esto en mente, comenzó a utilizar el Glasgow industrial como tema de sus primeros trabajos, con pinturas de estilo lineal y modeladas en forma de bloques.
Por lo tanto, evolucionó su trabajo hacia la representación cuerpos en descomposición y dañados como respuesta a lo que sentía que era la enfermedad de la sociedad contemporánea.
Aunque todavía tan socialmente consciente como en su trabajo anterior, su estilo se volvió menos lineal.
Al centrarse en los individuos en lugar de en las multitudes, pintó con colores luminosos e inquietantes, y consiguió su toque distintivo, volviéndose relevante y misterioso.
En 2009, Currie recibió el encargo de pintar al científico teórico Peter Higgs tras recibir el Premio Nobel, y la pintura ahora cuelga en la Universidad de Edimburgo, con lo que también escalo hacia un modo más retratista, presumiendo una vez más su versatilidad y capacidad pictórica.
A partir de entonces, Currie ha exhibido su ropa a nivel internacional, incluida una exposición individual reciente en la Galería Nacional de Retratos de Escocia.
También ha sido seleccionado para numerosas exposiciones colectivas, entre ellas The Scottish Endarkenment: Art and Unreason 1945 to Present en Dovecot Gallery, Edimburgo, 2016; Realidad, pintura británica moderna y contemporánea en el Sainsbury Center for Visual Arts, Norwich and Walker Art Gallery, Liverpool; y Drawing Breath, una exposición itinerante que marca los diez años del Premio de Dibujo Jerwood.
Su obra se encuentra en las colecciones del Yale Center for British Art, Connecticut; Tate, Londres; Galería Nacional Escocesa de Arte Moderno, Edimburgo; Biblioteca Pública de Nueva York; Museo Imperial de la Guerra, Londres; Fundación Gulbenkian, Lisboa; Galería de Arte del Bicentenario de la Ciudad de Campbelltown, Australia; Consejo Británico, Londres; Museo de Bellas Artes de Boston; y ARKEN, Museo de Arte Moderno, Copenhague.