A lo largo de una carrera de treinta años, las pinturas de Doug Argue se describen mejor como palimpsestos: capas de pinceladas radiantes y mallas de letras nítidas estarcidas envuelven todo el lienzo para sugerir el paso del tiempo, la luz, el movimiento y cómo el pasado informa el presente.
Las letras atomizadas, "materia particulada" como las llama Argue, se seleccionan desde clásicos literarios hasta poetas del siglo XIII como Petrarca. Trabajan en armonía con otros elementos visuales para crear la posibilidad de patrones y significados ilimitados.
El uso de las letras por parte de Argue no está destinado a ser leído, sino que las devuelve a su función ideográfica abstracta en la forma en que flotan, se estiran, se tuercen o bailan en masa en franjas a través del plano.
Este interés por la literatura comenzó temprano en su carrera, más específicamente, con una conocida pintura monumental de los años 90 de un cobertizo de una fábrica de pollos lleno de miles de pollos enjaulados.
Su obra más reciente revela un mundo debajo de la superficie del océano, representando una miríada de peces y corales en fluidas orquestaciones de formas biomórficas y formas geométricas. Su cuerpo de trabajo anterior presentaba letras abstractas y alargadas disipadas a través de campos ilusionistas para formar su propio cosmos léxico.
Sumergidos en colores brillantes, sus nuevas pinturas comparten el mismo destino, lo desconocido, y es que los nuevos temas de Argue transmiten un impulso incansable de regeneración.
A diferencia de gran parte del arte contemporáneo abstracto impulsado por procesos, el trabajo de Argue tiene sus raíces en ideas y alegorías; con cada marca, Argue está elaborando su historia. Al final, las deslumbrantes composiciones de Argue desvinculan imágenes y literatura reconocibles para ofrecer un nuevo lenguaje visual cargado, que avanza una deslumbrante visión de un universo en flujo cargado de energía y coloratura. Su obra y su vid están escritas con pincel.
"Hay muchas historias diferentes en el mundo, tanto en el arte como en la política, y a menudo vemos cosas en el momento actual, pero no tenemos idea de lo que hay debajo. Un idioma siempre se está convirtiendo en otro, una generación siempre está subiendo y otra cayendo, no hay momento de quietud. Estoy tratando de expresar este flujo, este cambio constante de una cosa sobre otra, como un velo sobre el momento mismo".
Doug, nacido en 1962 en Minnesota, Estados Unidos, ha sido objeto de numerosas exposiciones individuales. Más recientemente, el One World Trade Center en la ciudad de Nueva York encargó la instalación de tres cuadros en el vestíbulo.
Sus obras se encuentran en las colecciones de las principales colecciones públicas, privadas y corporativas, incluido el Instituto de Artes de Minneapolis, el Centro de Arte Walker y el Museo de Arte Weisman.
Con ellas ha absorbido toda la historia del arte, utilizando sus recursos de manera crítica, con un efecto estético y expresivo fresco. Su arte es un logro impresionante, tanto más cuanto que sus contradicciones revelan las de nuestra sociedad. Bellamente ilustrado y con ensayos perspicaces sobre su trabajo, su arte es un testimonio de su brillantez.
A lo largo de su carrera, Argue ha recibido múltiples premios, incluida una subvención de la Fundación Pollock-Krasner (1995) y el Premio de Roma (1997); al día de hoy continúa produciendo y exhibiendo.