Considerado una de las promesas en alza en la escena de la moda coreana, Cho Gi-Seok ha cautivado la atención de casi medio millón de seguidores en Instagram; entre ellos, editores de revistas, estilistas, celebridades y diseñadores de marcas de lujo. Su influencia se extiende mucho más allá de las fronteras de Corea. Pero este talentoso artista no se conforma con eso y continúa desafiando los límites del arte y el comercio.
"Me considero una persona curiosa. He ampliado mi campo de trabajo más allá de la fotografía, adentrándome en el diseño gráfico, la dirección artística, el diseño de sets y videos. Es parte de la razón por la cual creé mi marca Kusikohc.
“Sin ella, habría sido difícil embarcarme en proyectos fuera de la fotografía. Cuando me quedo atascado o perdido durante un proyecto fotográfico, busco diversión e inspiración en Kusikohc. Siento que el arte visual crea para los ojos, mientras que el diseño de moda también crea para el tacto. Ambos son divertidos a su manera", cuenta.
Así es como Cho no se ha limitado a la fotografía, sino que también se aventuró en disciplinas artísticas como el diseño gráfico y la dirección de arte. Sus creaciones originales y vanguardistas lo convierten en una referencia única para la industria. En su más reciente colaboración con la revista i-D Korea, Cho se enfocó en la diversidad y singularidad de la identidad coreana, seleccionando nueve modelos que representan diferentes looks, personalidades y ocupaciones.
"Quería mostrar la diversidad y singularidad dentro de la identidad coreana. Creé dos conceptos para las imágenes: uno donde todos los modelos llevan uniformes escolares, y otro donde cada modelo muestra su propia personalidad. Los uniformes tienden a ocultar a la persona individual, pero siguen siendo estilosos incluso después de mucho tiempo, son un clásico", explica.
Los diseños de la colección de Kusikohc ayudan a resaltar las características únicas de cada modelo. Chaquetas de cuero con cortes y quemaduras, tejidos con patrones distintivos y chaquetas bomber de gran tamaño con ojales, todos ellos encajaron perfectamente con los rostros frescos de la cultura juvenil coreana.
Kusikohc, que es el nombre de Cho al revés, es ahora una marca de cinco años de antigüedad que ha ido introduciendo sus productos en proyectos específicos. El año pasado refrescó la marca y retomó su eslogan original: "Right to fail" (derecho a fracasar).
"Creo que siempre es significativo intentar cosas nuevas, grandes o pequeñas", afirma Cho, "Incluso si fallas, intentarlo marca la diferencia. Si estás indeciso acerca de comenzar algo nuevo, Kusikohc te recordará que tienes derecho a fracasar".
Aunque Cho ha utilizado elementos culturales asiáticos en algunas de sus imágenes, como el Hanbok (la vestimenta tradicional coreana) y máscaras de Tal (representaciones coreanas de interpretación), él considera que Asia es uno de los temas centrales en su obra.
"Creo que mostrando más de estas culturas que me resultan familiares como artista coreano, puedo ofrecer algo nuevo a mi audiencia a través de mi trabajo", afirma.
Este creador, autodidacta en el arte de la fotografía, ha logrado perfeccionar su oficio y visión a lo largo de los años. Ha trabajado con reconocidas revistas de moda y ha realizado campañas para marcas de lujo.
"Comencé cuando tenía 21 años, así que han pasado nueve años. Creo firmemente que lo único en lo que puedes confiar, después de tantos años, es en tu propio talento. Por eso me esfuerzo por perfeccionar mi talento y confiar en mi propia experiencia", narra.
Desde sus inicios como editor de una revista independiente, Cho ha trabajado incansablemente para mantenerse fiel a su identidad mientras se embarca en proyectos tan variados como portadas de álbumes, diseños de sets, dirección de arte y exposiciones individuales. Aunque ha experimentado fracasos a lo largo del camino, los considera como oportunidades de crecimiento.
Cho Gi-Seok es un artista incansable que continúa avanzando en su carrera sin detenerse. Su trabajo y su vida se entrelazan en perfecta armonía.
"La sensación de inferioridad que solía sentir cuando no hacía lo que amo ha sido mi impulso creativo principal. Por eso me esfuerzo por aferrarme a esa emoción inicial de entusiasmo cuando comencé en este campo. Poder hacer lo que amo durante el resto de mi vida sería mi felicidad suprema", admite.
Con su enfoque innovador y su dedicación inquebrantable, Cho Gi-Seok sigue desafiando las barreras y dejando una huella imborrable en la industria de la moda y el arte. Su visión creativa y su capacidad para celebrar la diversidad en la identidad coreana lo convierten en un talento imprescindible en la escena internacional.