Viva la Vida es el último cuadro que hizo Frida Kahlo. Se trata de la vibrante conclusión de la corta vida de la famosa artista que presenta ricos contrastes de color, curvas y ángulos, y un bello mensaje final.
A pesar de la mala salud que tenía en aquel momento, Frida pudo completar esta pintura a solo ocho días antes de su muerte, en 1954.
En el lienzo, un bodegón, se pueden apreciar sandías, que simbólicamente, durante el Día de los Muertos en México, simbolizan conexiones con los muertos o ser consumidas por los muertos, y que en la rodaja central, inscribe la leyenda Viva la Vida, lo que se puede entender como una declaración directa cuando se acercaba a la muerte, así como comentario irónico sobre su existencia llena de dolor.
En el lienzo de Frida, los rojos intensos contrastan muy bien con los verdes y azules más suaves utilizados en la pintura, colores que le permitieron exudar una sensación de vida desde el interior de las sandías, lo que contrasta con su mala salud y su posterior muerte.
También da a entender con su pintura, que una vez que se abre su caparazón, revela una vida interior que es vibrante, fresca y dulce, mientras las numerosas semillas de las sandías, como las de la granada en la mitología griega, simbolizan tanto la fertilidad como la inmortalidad.
Dada su forma de ver el mundo, se entiende que una vez que el fruto se ha ido, las semillas llevan la promesa de una nueva vida hacia la eternidad.
En otros aspectos de estudio y análisis al arte, se entiende que la sandía en el medio de la pintura es esférica como la tierra, dando a entender un círculo completo como el ciclo de nacimiento y muerte.
En su diario, solo unos días antes de su muerte, Kahlo escribió su última entrada en la que decía:
"Espero que la salida sea alegre, y espero no volver jamás".
Con todo esto en mente, es interesante notar que el último trabajo de Frida no dejó de lado su estilo característico de dualismo, y tampoco el uso claro e intencionado de colores brillantes y vibrantes para delinear la atención del espectador de los colores planos y oscuros del área principal de enfoque.
Viva la vida es una brillante y vibrante celebración de la vida tanto en su simplicidad de composición como en la complejidad de su expresión emocional.
Da a entender que Frida no le tuvo miedo a la muerte, ni tampoco un anhelo desesperado por seguir viviendo.
Actualmente se encuentra en el Museo Frida Kahlo en la Ciudad de México.
Fuente: Museo Frida Kahlo- Facebook
La banda internacional Coldplay tiene un disco/canción que llevan esta cita.