El colapso del Imperio Ruso y el advenimiento del régimen soviético trajeron cambios fundamentales en todas las áreas de la cultura, y las artes visuales no fueron una excepción. La revolución, argumentaron muchos artistas de vanguardia, requería un compromiso más directo con el mundo social.
Varvara Stepanova, quien estuvo al frente de estos cambios junto con su esposo Aleksandr Rodchenko, luchó toda su vida por la comunicación clara, un esfuerzo que significaba acercar el arte a la gente con la firme creencia de que así la vida podría transformarse.
Varvara Fedorovna Stepanova nació el 5 de noviembre de 1894 en Kovno, en la actualidad Kaunas, en Lituania. Sus primeros pasos en el mundo del arte comenzaron en 1910 en la Escuela de Bellas Artes de Kazán, donde conoció a Rodchenko, que por aquel entonces también estudiaba en la escuela.
El Ejército Rojo - Varvara Stepanova. Fuente: Historia Arte (HA!)
En 1912, en compañía de Rodchenko, la artista se trasladó a Moscú, donde siguió su formación, asistiendo a clases en la Academia Stroganov y estudiando con Mikhail Leblan y con Konstantin Yuon. En los primeros años de su carrera, Stepanova admiraba a los poetas futuristas y desarrolló por su cuenta lo que llegaría a denominarse poesía visual no objetiva; como ejemplo de la misma cabe citar sus obras Zigra Ar y Gaust Chaba.
En 1917 Stepanova comenzó a escribir poesía visual no objetiva basada en la particular expresividad del sonido. Estos poemas se convirtieron en la base de una serie de libros manuscritos de 1918, que llevaban sus páginas cubiertas con una mezcla pintoresca y armoniosa de palabras transracionales (es decir, palabras elegidas por su sonido y apariencia más que por su significado) y formas abstractas.
Después de la Revolución de Octubre, a Varvara le fue interesando cada vez más un arte que plasmara la realidad social y fuera accesible a las masas. Por ello, comenzó a experimentar con nuevos lenguajes que fueran reveladores y que estuvieran al servicio de las masas, como el diseño de ropa que luego se reproducía a nivel industrial y se comercializaba a través de revistas populares.
Durante la década de 1920, sus obras plasmaban el movimiento vanguardista ruso que se conoce como constructivismo y que se caracteriza por las composiciones de gran formato con personajes de dimensiones esculturales. Estos cuadros fueron ejecutados según los valores pictóricos geométricos con los que se representaba el espíritu positivo que impregnaba el auge del ciudadano ruso después de la Revolución.
El constructivismo finalmente logró colocarse, no solo en el Instituto de Cultura Artística sino en el arte ruso contemporáneo en general. Tanto que en 1921, Stepanova se unió a otros representantes del constructivismo y participó en la exposición de dicha especialidad. Durante ese periodo creó una gran serie de pinturas y obras gráficas en las que exploró la base constructivista del cuerpo humano.
Trabajando bajo el seudónimo de “Varst” o “Agaraykh”, fue una de las fundadoras del constructivismo ruso, un movimiento que rechazaba el arte por el arte en favor de uno funcional y práctico.
Desde 1920 hasta 1925, la artista impartió sus enseñanzas en la Escuela de Educación Social de Krupskaia, y a partir de 1922, comenzó a colaborar con algunos teatros, entre otros con el Teatro de la Revolución, para el que creó los decorados y el vestuario cuando en él se representó La muerte de Tarelkin.
Al igual que muchos otros artistas vanguardistas, Stepanova ejecutó obras en ámbitos muy variados, que van desde la pintura tradicional hasta el diseño de decoraciones para espacios públicos. Además colaboró en publicaciones periódicas y, junto con Rodchenko, experimentó a fondo con la fotografía.
Durante ese tiempo, Stepanova evolucionó activamente como diseñadora. Comenzó a trabajar con varias revistas en esa capacidad y produjo una serie de fotomontajes y collages que son de particular interés, logrando un contacto aún más estrecho con la industria durante el periodo en que trabajó en la Primera Fábrica Estatal de Estampación Textil, donde creó 150 diseños de tela, 20 de los cuales fueron producidos
En 1929 ganó un premio por su diseño en la exposición Everyday Soviet Textiles en la Galería Tretyakov. Su trabajo para el teatro también resultó exitoso ya que diseñó escenografías constructivistas para la producción de Vsevolod Meyerhold de 1922, La muerte de Tarelkin.
Si se enorgullecía de su formalismo, una posición materialista que oponía al subjetivismo de Kandinsky, sería criticada por el mismo formalismo con el ascenso al poder de Joseph Stalin, que trajo consigo un escepticismo hacia la experimentación y la innovación de vanguardia. Con su diseño de portada para Results of the First Five-Year Plan, Fulfilled in Four, escrito por el propio Stalin y publicado en 1933, revela a una artista que también utilizó las herramientas del diseño de medios modernos al servicio del régimen.
En 1938, Stepanova emprendió la ilustración del libro Pervaia konnaia, que fue publicado por OGIZ, una editorial estatal, y aunque Stepanova trabajó de la mano con el gobierno soviético en el último tramo de su vida, su trabajo siempre mostró una gran creatividad personal mediante el uso de colores vibrantes e imágenes sorprendentes en una composición dinámica.
A su vez, fue pionera en el fotomontaje y revolucionó la forma en que ahora entendemos la fotografía.
A pesar de nuestra comprensión cada vez más sofisticada de la distinción entre imagen y realidad, los fotomontajes de Stepanova son un recordatorio importante de cómo un artista puede difuminar la línea entre la pasión estética y la ideología.
Varvara Stepanova falleció el 20 de mayo de 1958, dos años después que su marido.