En el entendido de que la movilidad y la mudanza (cualesquiera que sean sus motivaciones) son rasgos definitorios de la condición humana, las historias de traslado ocupan un lugar muy relevante en las tradiciones literarias del mundo entero.
La película de carretera, o las denominadas road movies, son un género cinematográfico cuyo argumento se desarrolla a lo largo de un viaje.
Herederas de la tradición literaria del viaje que se remonta a la Odisea homérica, las películas de carretera combinan la metáfora del viaje como desarrollo del personaje con la cultura de la movilidad individual de Estados Unidos y el Occidente opulento después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la posesión de un automóvil formaba parte de los signos de la identidad adulta.
En una visión más general, las road movies tienden a una estructura episódica, en que cada segmento de la narrativa enfrenta a los protagonistas con un desafío, cuyo cumplimiento revela parte de la trama.
Las road films han sido un elemento básico de las películas estadounidenses desde el principio y han variado en géneros que van desde westerns, comedias, películas de gángsters/criminales, dramas y películas de acción y aventuras.
No obstante, tiene una cosa en común: se trata un viaje episódico o una búsqueda en el camino abierto (o un sendero sin descubrir), para buscar un escape o para participar en una búsqueda de algún tipo de meta: ya sea un destino distinto, o el logro del amor, la libertad, la movilidad, la redención, el hallazgo o redescubrimiento de uno mismo, o la mayoría de edad (psicológica o espiritualmente).
El camino a menudo funcionaba como un campo de pruebas para los personajes principales, y así, el viaje es quien revela al héroe algo acerca de sí mismo, y no acerca del lugar al que ha llegado.
Con esto en mente, te presentamos cuatro títulos imperdibles de este género.
Paris Texas, de Wim Wenders
El pionero del nuevo cine alemán Wim Wenders (Wings of Desire) trae su agudo ojo para el paisaje al suroeste de Estados Unidos en París, Texas, un estudio de personajes profundamente conmovedor escrito por el dramaturgo ganador del Premio Pulitzer Sam Shepard.
Paris, Texas sigue al vagabundo misterioso y casi mudo Travis, cuyo rostro es un paisaje en sí mismo, mientras intenta reconectarse con su hijo pequeño, que vive con su hermano en Los Ángeles, y su esposa desaparecida.
A partir de este montaje simple, Wenders y Shepard producen una poderosa declaración sobre los códigos de masculinidad y el mito de la familia americana, así como una exquisita exploración visual de un vasto y desmoronado mundo de cañones y neón.
Thelma y Louise, de Ridley Scott
Dos mujeres, un Thunderbird turquesa, y el viaje de su vida.
Con este hito de la cultura pop, la guionista Callie Khouri y el autor de acción Ridley Scott reescribieron las reglas de las road movies contando la historia de dos mejores amigos que se transforman en fugitivos accidentales durante una escapada de fin de semana que salió mal, llevándolos a una gran aventura.
Su odisea es fascinante mientras eluden a la policía, descubren la libertad en sus propios términos, y disfrutamos de un Brad Pitt bien joven.
Propulsada por las irresistibles actuaciones de Susan Sarandon y Geena Davis, la película fue nominada a seis Premios de la Academia, ganando uno para Khouri.
La emocionantemente catártica Thelma & Louise se erige como la última oda del cine a cabalgar o morir en el intento mientras enaltece una de las amistades femeninas mas icónicas de todos los tiempos.
La Strada, de Federico Fellini
Con esta revolucionaria película, Federico Fellini se lanzó a sí mismo y a su esposa y colaboradora Giulietta Masina al estrellato internacional, rompiendo con el neorrealismo de los inicios de su carrera en favor de una visión personal y poética de la vida como un carnaval agridulce.
La infinitamente expresiva Masina registra tanto el asombro infantil como la desesperación desgarradora como Gelsomina, fiel compañera del forzudo viajero Zampanò, cuya insensibilidad y brutalidad desgastan gradualmente su espíritu gentil.
Ganadora del primer Premio de la Academia a la Mejor Película en Lengua Extranjera, La Strada posee la pureza y la resonancia atemporal de una fábula y sigue siendo una de las visiones cinematográficas más exquisitamente conmovedoras de la humanidad que lucha por sobrevivir frente a las crueldades de la vida.
Lost Highway, de David Lynch
Una meditación fascinante sobre la naturaleza misteriosa de la identidad, Lost Highway, el séptimo largometraje de David Lynch, es uno de los paisajes oníricos cinematográficos más potentes del cineasta.
Protagonizada por Patricia Arquette y Bill Pullman, la película expande los horizontes del medio, llevando a su audiencia en un viaje a través de lo desconocido y lo incognoscible.
A medida que este noir posmoderno se desvía hacia el reino de la ciencia ficción, se hace evidente que la única certeza de la función es la incertidumbre.