Federico Fellini fue uno de los cineastas más reconocidos del siglo XX, pero lo que pocos saben de este genio es lo mucho que le gustaba dibujar.
Fellini dibujó siempre. Retrató de manera caricaturesca a sus amigos y llegó a publicar sus dibujos en diversos periódicos antes de dedicarse de tiempo completo al cine.
Luego se afianzó como uno de los mejores directores de cine, así que solo dibujaba de forma sistemática y casual.
Bocetaba y realizaba apuntes gráficos para los personajes, vestuarios y escenas de sus películas. Los mundos que imaginaba los materializaba a través de sus trazos.
Dibujar fue una actividad que resultó sumamente catártica para este artista, pues le ayudó a superar la depresión que por años padeció.
En 1960 su psicoanalista le pidió que dibujara sus sueños y de ahí surgió El libro de los sueños.
Tal vez no los tomó muy en serio, pero los dibujos que Federico Fellini llevó a cabo resultan sumamente valiosos e interesantes debido a su valor artístico y estético, independientemente del aspecto funcional o preparatorio que cada uno pudiera tener en relación con sus películas.