La escena de un tren andando fue suficiente para despertar el terror y pánico en los espectadores que, por primera vez, conocían el cinematógrafo de los hermanos Lumière.
La llegada del tren (1896) fue la cinta que, con su propia existencia, dio pie al cine de terror, pero no fue hasta La mansión del diablo (1896), dirigida por Georges Méliès, que se consideró como cine de terror a una película.
Con el paso de los años, este género se diversificó y expandió en todo el mundo logrando impactantes películas, como es el caso de Japón, que desde su origen se ha inspirado en las historias de fantasmas, leyendas urbanas e historias reales.
Hagamos bien, un repaso por cinco de las más impactantes películas de terror japonés:
Onibaba, el mito del sexo, 1964
Dirigida por el reconocido cineasta Kaneto Shindo, es considerada fundamental en el cine de terror japonés.
Desarrollada en el Japón medieval, cuenta la historia de la madre y esposa de un guerrero, que esperan regrese de combate.
Engañando a soldados perdidos en los campos, a los que asesinan para luego vender sus pertenencias, logran sobrevivir hasta un sorpresivo encuentro con un personaje de máscara demoníaca.
Kwaidan, 1964
Dirigida por Masaki Kobayashi, considerado uno de los mejores directores del mundo, esta antología se basa en los relatos tradicionales japoneses de fantasmas, que Lafcadio Hearn, recoge en su libro Kwaidan, a fines del siglo XIX.
Dividida en cuatro historias separadas y sin relación, se conforma de los títulos: El pelo negro, La Mujer de las nieves, Hoichi el desorejado y En una taza de té.
Ichi, The Killer, 2001
Dirigida Por Takashi Miike, es una de las películas más violentas y de culto, adaptada del manga homónimo de Hideo Yamamoto.
La cinta muestra a Kakihara, un ejecutor de yakuza notoriamente sádico, que busca al asesino de un jefe de la mafia, de quien desaparece su dinero.
En su búsqueda, se encuentra cara a cara con un asesino psicótico conocido como Ichi.
Yogen (Premonition), 2004
Dirigida por Norio Tsuruta, cuenta la historia de un periódico que predice la muerte de familiares y amigos de Hiroshi Mikami.
La trama se basa en el manga Kyoufu Shinbun (1973), de Jiro Tsunoda.
As The Gods Will, 2014
También dirigida por Takashi Miike, expone a Shun Takahata, un joven adolescente al que le aburre su vida hasta que se ve, junto a sus compañeros de clases, inmersos en un juego mortal.
Atacados por iconos japoneses transformados en figuras demoniacas, buscarán cómo sobrevivir.