Maxime Andriot es un artista radicado en Francia cuyas pinturas se han exhibido a nivel nacional y en Alemania.
Sus vívidas obras están inspiradas en la nostalgia y los personajes de dibujos animados de su infancia.
Autodidacta, Maxime comenzó a pintar primero paisajes de su región y tuvo su primera exposición a los 16 años.
Posteriormente experimentará con diferentes técnicas, óleo, acrílico, pastel, aerosol y diferentes soportes.
En su proceso artístico, Andriot emplea con mayor frecuencia acrílicos, pintura en aerosol y rotuladores con plantillas, collage y diversas técnicas sobre madera.
En general, Maxime Andriot prepara él mismo sus lienzos, por ejemplo, las puertas recuperadas cumplen su función a la perfección, sobre todo las chapas de zinc o las puertas viejas de su antigua casa, tanto para el fondo como para el marco.
En cuanto a su inspiración, el propio artista ha dicho que muchas líneas para hallar su camino artístico, ya que lo ha hallado en retratos y paisajes urbanos, no obstante, su tema favorito sigue siendo los dibujos animados de su infancia a los que le gusta dar colores brillantes y eléctricos.
Las múltiples capas de papel con las que trabaja le permiten a su pintura sobre madera recorrer distancias sin incidentes. Por suerte, es un soporte ligero de álamo, pedido al aserradero local.
Así, sus imágenes reensambladas crean composiciones narrativas, donde luego a menudo se ampliarían en el lienzo.
De este modo, sus lienzos traen, con mucha ironía, conciencia sobre el absurdo del sobreconsumismo, la americanización y el erotismo comercializado.
El artista se complace en reelaborar material, y por ende, visiones e ideas, y así, rápidamente se ha convertido en uno de los pioneros del Pop Art y de la figuración narrativa contemporánea.
Es, además, un artista consciente de la la importancia que tendrá la sociedad de consumo y el mundo mediático en el arte contemporáneo.