Hasta ahora, la gran mayoría de las motocicletas parecen estar hechas para un prototipo específico de personas que las montarán: de talla alta. Sin embargo, el diseñador industrial Zhengxuan Xie ha dado un paso al frente para sacar la casta por aquellos que no miden 1.80 metros y ha logrado poner en planos, al menos por ahora, una moto eléctrica que cambia de forma, para ajustarse a la estatura de cualquiera.
Un artefacto tan inteligente y, sobre todo, justo y democrático en su uso, no podía llevar otro nombre que el de la diosa griega de la sabiduría, justicia y estrategias de guerra: Athena.
El desarrollo de motocicletas hacia motores eléctricos ha dado lugar a una serie de prototipos nuevos y emocionantes que, de forma lenta pero segura, allanan el futuro de la movilidad sobre dos ruedas. Incorporan elementos de estilo únicos, así como avances en diseño.
En ese marco se inscribe el concepto Athena: una motocicleta eléctrica que cambia de forma. Zhengxuan Xie la diseñó como su proyecto de graduación del Royal College of Art de Londres. La idea gira en torno al concepto “Power Inside”, y está pensada para capacitar a los motociclistas de todos los tamaños para que simplemente pasen una pierna y monten.
Aquí es donde la superbike Athenas se inspira para un grupo de usuarios de nicho. Motociclistas apasionados que a veces no pueden conducir las mejores máquinas debido a su corta estatura. Por extraño que parezca, este concepto de motocicleta eléctrica imagina un juego de ruedas de este tipo.
La moto eléctrica Athena propuesta para el año destaca el poder de los valores internos de uno en lugar de la personalidad externa, eliminando así la maldición de los diseños de superbike que están dirigidos a usuarios de estatura promedio.
El secreto radica en la capacidad de cambiar de forma de la Athena, más específicamente, la capacidad de la moto para ajustar la altura del asiento. El factor impulsor de esta máquina es que sea accesible para personas de baja estatura y que, al mismo tiempo, proporcione el mismo nivel de rendimiento que otras motos.
Esencialmente, según el diseñador, el motociclista tiene la capacidad de decidir las dimensiones de la moto, siempre que esté dentro del ámbito de la capacidad de ajuste de la máquina misma.
El concepto, además de la accesibilidad y ajuste de tamaño, gira en torno a la transparencia en los pensamientos. De ahí el diseño translúcido de la moto eléctrica, que en cierto modo recuerda a la recién lanzada Nothing Ear.
Para un usuario neutral, el material translúcido significa la fuerza del contorno exterior cuando se ve desde la distancia, y cuando la bicicleta se acerca, las partes mecánicas visibles reflejan el poder de la inteligencia interior.
La característica más destacada de Athena es su capacidad de cambio de forma para subir o bajar toda la sección del sillín. Ahora solo esto, se puede cambiar todo el módulo por otro dependiendo del puesto de conducción y preferencia personal.
Una inclusión genial viene en forma de una animación gráfica en la sección del tanque para la acción Start/Stop o la representación de baja o alta velocidad en tonos azules o rojos.
El motor eléctrico de 348 voltios alimenta las ruedas traseras con un par máximo de 850 nm. No hace falta decir que el atractivo visual de la moto es alto y nos hace preguntarnos si una futura supermoto Tesla podría adoptar ese factor de forma.
Mirando el diseño de la Athena, es claramente un concepto futurista que posiblemente esté a años, o incluso décadas, de convertirse en realidad. Sin embargo, pinta una imagen interesante de lo que podría ser el futuro de la motocicleta.