¿Qué podrían tener en común un motor Kawasaki KZ250, una rueda de repuesto de coche y una silla de bicicleta? Bueno, que gracias al ingenio de Valen Zhou todas estas piezas, integran The Sprinter.
Resulta que el fotógrafo y director de arte nacido en China y radicado actualmente en Milán, Italia, tenía en mente una combinación muy específica de estilos para crear una innovadora motocicleta.
La idea de Zhou de construir un vehículo totalmente diferente comenzó varios años atrás cuando, por primera vez, vió las carreras de board track, en las que motocicletas y coches participaban por igual, de las décadas de 1910 y 1920.
Resulta que a Valen Zhou siempre le gustaron las motos antiguas y la historia de las mismas, por lo que estaba fascinado con lo que acababa de descubrir.
Poco tiempo después se enteró sobre la existencia de las carreras de resistencia, lo que le hizo pensar sobre el tema y sus diversas posibilidades, como el dar vida a un vehículo que fuera una especie de híbrido entre lo que más le llamaba la atención.
Así, sin pensarlo mucho más, fue como Valen Zhou se animó a crear los primeros bocetos de lo que tenía en mente y pronto, mucho más de lo que se imaginó, empezaron a surgir desafíos.
Este creativo tenía algunas ideas sobre cómo debería verse el marco y cómo debería funcionar la dirección de la innovadora motocicleta.
Pronto se hizo evidente que las cosas no iban a funcionar del todo, así que Valen Zhou cambió de rumbo y decidió tratar el proyecto como una moto conceptual.
Debido a que Zhou no es un ingeniero profesional ni diseñador, The Sprinter es un vehículo que solo luce genial ya que lo que propone, al menos técnicamente hablando, no es viable.
Cabe resaltar que en la mente de este fotógrafo, el cuadro de esta moto estaría hecha de puro acero. En cuanto a su suspensión, bueno, digamos que es una especie de rompecabezas en la que usó cuanto artefacto se le ocurrió y que se viera estéticamente agradable.
En cuanto a los pedales, estos se encuentran mucho más altos de lo que normalmente están en cualquier otra moto. Debido a esto, la posición de conducción en The Sprinter es increíblemente compacta, muy parecida a una bicicleta de contrarreloj.
Aunque no es particularmente práctica, Valen Zhou pasó poco más de un año dando forma a esta moto conceptual debido a que buscaba tener un vehículo fuera de este mundo y totalmente cautivante.