Durante muchos años, la literatura argentina escrita por mujeres permaneció virtualmente en el anonimato.
Y es que la palabra femenina del siglo XIX puede ser leída como un discurso de resistencia – no necesariamente revolucionario o rupturista, ya que no solo pone de manifiesto demandas de género, sino que también aporta nuevas miradas para leer la realidad política y social del momento, y desde allí, construir un canon alternativo de la literatura argentina.
Más adelante, las mujeres escribieron sorteando una serie de barreras, en un campo intelectual monopolizado por la voz masculina. Los textos escritos por éstas mujeres plantean demandas específicas de género y propician una serie de debates con relación al proceso de construcción de la nación.
Interpelan la violencia, la fragmentación política y espacial, las rivalidades entre unitarios y federales, los modos de construcción de la ciudadanía, el lugar que el estado le adjudica a los sujetos subalternos, las relaciones conflictivas de inter-etnicidad, entre otras cuestiones.
Lo hacen desde la periferia pero desde un lugar de enunciación burgués y liberal.
Algunos de ejemplos de esto son Mariquita Sánchez de Thompson (1786 – 1868), Rosa Guerra (1834 – 1864), Juana Manuela Gorriti (1818 – 1892), Eduarda Mansilla (1834 – 1892), Juana Manso (1819 – 1875), y Josefina Pelliza de Sagasta (1848 – 1888), por citar sólo algunos ejemplos.
Al margen de sus singularidades, cada una de ellas interviene, se involucra y participa de la actividad política y cultural de su época.
Pero además de estos grandiosos talentos, te presentamos a tres plumas actuales de la literatura actual que seguramente disfrutarás.
Samanta Schweblin
El caso de Samanta es uno curioso, ya que, cuando tenía 12 años, dejó de hablar; no porque tuviera algún problema, sino porque la superaba la enorme diferencia entre lo que ella quería decir y lo que entendía la gente.
Samanta y el lenguaje no eran amigos, sin duda, pero con los años, aprendió a dominarlo con una herramienta mágica: la literatura.
La literatura me dio la oportunidad de poder manipular el lenguaje con una pinza casi científica, aunque tome días, meses, años para decir exactamente lo que quiero decir.
Hoy es considerada una de las escritoras de menos de 40 años más promisorias de Argentina. Samanta, una cuentista por excelencia, ha visto su trabajo, donde el tema común son las relaciones familiares, especialmente las de padres con hijos y viceversa, ser premiado con prestigiosos premios internacionales.
Su primer libro de cuentos, El núcleo del disturbio (Destino, 2002), fue premiado por el Fondo Nacional de las Artes y en el Concurso Haroldo Conti. Su segundo libro, Pájaros en la boca (Almadía, 2009), fue galardonado con el premio Casa de las Américas, traducido a 13 idiomas y publicado en 22 países. Además, en 2012 obtuvo una beca DAAD en Alemania, donde actualmente reside.
También ha vivido un tiempo en México, Italia, Alemania y China.
Nacida en Buenos Aires en 1978, su obra ha sido traducida a más de 24 idiomas. Estudió la carrera de Imagen y Sonido de la Universidad de Buenos Aires, y se especializó en el área de guión cinematográfico.
Pola Oloixarac
Pola es una de las voces más singulares de la literatura latinoamericana.
En 2010, fue elegido como uno de Granta's mejores jóvenes novelistas españoles. En el mismo año, fue invitada a participar en el Programa Internacional de Escritura de la Universidad de Iowa.
Recibió un premio literario del Fondo Nacional de las Artes y estudió filosofía en la Universidad de Buenos Aires y ha contribuido con artículos para diversas publicaciones como The New York Times, The Telegraph, Rolling Stone, Folha de Sao Paulo, Revista Clarín, Etiqueta Negra, Quimera, Brando, América Economía, entre otros medios.
Su primera novela superventas, Savage Theories (2008), ha sido traducida al francés, holandés, finlandés, italiano y portugués.
Pola construye su biografía con pinceladas gordas. Es hija de una familia de clase media “fuertemente empobrecida por el menemismo”. Su madre fue una inmigrante peruana. y sus abuelos solo alcanzaron la educación primaria; eso, de acuerdo a la autora, determinó una suerte de obsesión familiar por la universidad, como símbolo de portal de acceso a una clase, a un lugar donde sentirse orgulloso de sí mismo”.
Formada en Filosofía, Pola explora una veta ensayística en sus columnas en el diario Perfil y en otros medios internacionales. Su pulso fino y humorístico, a veces polémico, causa revuelvo y confrontaciones.
Mariana Enriquez
Escritora y periodista argentina, Mariana Enríquez ha publicado tanto relato como novela y ha trabajado para medios como Radar, TXT, La mujer de mi vida o El Guardián.
Escribió su primera novela a los 19 años, Bajar es lo peor, que se convirtió en un éxito de ventas y un libro de culto en Argentina.
Inscrita dentro del grupo de la llamada "nueva narrativa argentina", Enríquez ha logrado una gran popularidad con sus novelas y cuentos dentro del género de terror.
Su libro Las cosas que perdimos en el fuego ganó el Premio Ciutat de Barcelona en la categoría de lengua castellana, y en 2019, se alzó como ganadora del Premio Herralde de la Editorial Anagrama con su novela Nuestra parte de noche.
Lo cierto es que Mariana es una de las escritoras del momento. Con una escritura vital, desenfrenada, lejos de las convenciones narrativas y académicas, Mariana lleva años extendiendo los límites de la literatura.
Con una marcada influencia de los escritores norteamericanos —de H.P, Lovecraft a Stephen King, de John M. Harrison a Shirley Jackson—, Enriquez da, con el género de terror, el paso que la literatura argentina debía dar después de haberle prestado tanta atención al fantástico.