Cuando se piensa en formas arquitectónicas en condiciones del mundo real, a menudo uno se ve limitado por aspectos de integridad estructural, utilidad e incluso finanzas.
Pero, mediante el uso de software de visualización 3D, los arquitectos pueden crear complejas e incluso cambiantes formas, con un alto grado de libertad creativa.
En muchos casos, como el del ruso Maxim Zhestkov, lo anterior ha desdibujado la línea entre la arquitectura y el arte, dando así pie a la expansión de nuestra imaginación.
Zhestkov literalmente empuja los límites de las formas y estructuras visualizadas dentro de las prácticas de las artes digitales.
Este artista, originario de Ulyanovsk, eligió la arquitectura como su especialidad en un principio pero después de un tiempo se dio cuenta de que no quería atenerse a las limitaciones del mundo real, que son cruciales para trabajar como arquitecto.
Ante esto, Maxim Zhestkov decidió cambiar su enfoque hacia un campo, que fue el de diseño gráfico, en el que pudiera construir sus propios sistemas de percepción.
Con el paso del tiempo, el artista comenzó a integrar su experiencia acumulada en su práctica en arquitectura y el diseño gráfico para crear un fascinante y complejo cuerpo de trabajo digital.
Gracias a las habilidades que acumuló y la sensibilidad que cuenta, Zhestkov es capaz de incluir diferentes ángulos de interacción con el mundo y siempre busca expandir su visión aprendiendo sobre nuevas perspectivas.

La fascinación por el mundo digital de este artista proviene de su infancia, cuando a los 6 años de edad obtuvo su primera computadora y sencillamente quedó enganchado por lo que podía hacer con ella.
Debido a esto cuando fue a la escuela de arte, Maxim Zhestkov decidió combinar su interés por las tecnologías digitales y las artes visuales, así que sencillamente comenzó a experimentar con la ilustración.
Dentro de su obra también existe un elemento netamente cinematográfico que proviene de su gran interés por la animación y la cinematografía. Por eso a medida que Zhestkov experimenta cada vez más, se preocupa por sumar el movimiento en su práctica.
Esto lo ha llevado a crear las asombrosas y realmente complejas animaciones digitales abstractas que hoy disfrutamos y tanto apreciamos, por lo que para este artista parece no existir límite alguno con su hipnótico arte digital.