El artista alemán Bendix Harms crea pinturas y dibujos narrativos de confrontación basados en sus experiencias personales.
Para el artista, el sujeto es el elemento determinante, y no puede pintar con las órdenes precisas del arte. Para Harms, el sujeto me cuenta la historia, y es el contenido el que determina el cómo.
Nacido en 1967, en Münster, Alemania, estudió en la Hochschule für bildende Künste Hamburg, y actualmente vive y trabaja en Hamburgo, Alemania.
Bendix Harms, Trio Suizid, 2017. Fuente: Art Viewer
En cuanto a su arte, Harms eleva su narrativa para encarnar emociones universales al transformar sentimientos como el amor, el dolor y el anhelo en representaciones surrealistas de figuras y animales antropomórficos.
Por ejemplo, en la obra Rote Trauer, de 2007, Harms representa una cabeza que llora con la palabra 'bye' inscrita en sus lágrimas. Esta obra onírica es emblemática de su técnica, que utiliza una paleta reducida y trazos rápidos para retratar sus vivencias cotidianas.
Conocido por sus pinturas densamente manchadas y rayadas, cuyo elenco de personajes incluye pájaros, gatos, hongos y él mismo, estas obras en papel abren un mundo animado en el que la gravedad y el placer de la vida van y vienen.
En un día normal, cualquiera podría encontrar al artista trabajando mientras arregla y cuida su jardín. A la par del cuidado de sus flores, las aves de su obra exigen en voz alta que “continúen la lucha” y “ser libres”. Así, manos, puños y testículos, corazones y pedos, hojas y plumas animan el lienzo con una profundidad palpable.
A lo largo de los años, Bendix ha realizado pocas entrevistas, y hasta ahora, todas han sido en sus propios términos: publicadas por su galería y realizadas con amigos y compañeros pintores.
Dichas charlas que sí ha dado brindan una apertura a su mundo léxico, un lugar donde inventa palabras para aproximarse mejor al significado en su mente, y donde rompe la restricción de responder preguntas directamente.
Se sabe poco realmente de este artista, pero cuando sí puede hallarse algo es su forma de utilizar las palabras con la libertad poética de su pincelada extática.
Asimismo, sus imágenes nunca ilustran, narran.
De una manera casi warholiana, pero completamente poco elegante, Harms se retira del papel del artista como genio inventor, más bien, se ve a sí mismo como un agente o intermediario entre las acciones de sus sujetos, las obras continuamente representadas frente a sus ojos y las pinturas para pintar.
Como si estuviera tomando órdenes precisas de su motivo, se siente a la merced de su imaginación y del papel, así es cómo los pájaros y los gatos se convierten en las superestrellas. Al final, el artista es su extensión, o como él mismo dice, "un empleado de mis súbditos".
Durante el acto de pintar, el motivo, más que el propio artista y su iniciativa, es quien toma las decisiones. Método y contenido colapsan en su obra; destruyendo la distinción entre forma y contenido, y ahí radica la extravagancia y el carácter inconfundible de su pintura.
Cuando se le pregunta sobre cómo imagina y ve su arte, dice:
La historia del arte parece una película en bucle interminable que se reproduce en la oscuridad de mi cerebro. A veces una luz arde para mirarla, ya veces no. La oscuridad, mientras tanto, es importante para ser arrojado de nuevo al laberinto del pensamiento. Tener la oportunidad de encontrar tu propia salida a través de estos millones de cuadros y actitudes.