El Museo Porsche abrió sus puertas en 1976 en una calle lateral, cerca de donde se encuentra la fábrica de la empresa.
Es un recinto relativamente pequeño con poco espacio de estacionamiento y no resulta lo suficientemente grande para albergar todas las exhibiciones que se quisieran, por lo que constantemente estas deben de rotar.
Tomando en cuenta esto, la firma Sayeh Architecture Studio decidió crear una nueva propuesta para este museo como una especie de recinto rodante. Algo práctico, pero sumamente moderno y lujoso.
El inmueble proyectado básicamente entrelaza arquitectura contemporánea y escenografía sofisticada, así que una buena parte de su espacio, la cual toma forma de una espiral de cristal, puede albergar hasta 300 autos para ser exhibidos y hacerlos funcionar si es necesario.
Originalmente se había planteado que el nuevo museo se diseñaría junto con un nuevo museo Mercedes-Benz en el área de Killesberg, en Stuttgart.
Pero después de que el nuevo Museo Mercedes-Benz abriera sus puertas en el este de Stuttgart, Porsche decidió seguir adelante con sus planes para mejorar y ampliar su museo ubicado en el distrito norte de Zuffenhausen, junto a la sede de la empresa.
Originalmente, los costos del mismo se habían fijado en 120 millones de euros, pero recientemente se dio a conocer que los costos reales podrían alcanzar los 190 millones de euros.
Los trabajos para materializar el acristalado inmueble comenzaron este año, así que aún falta para conocer el resultado final pero seguramente resultará emblemático.