El Bob Dylan Center abrirá sus puertas el próximo 10 de mayo para dar a conocer los secretos de la vida y composición del gran cantante.
Ahí, más de 100 mil objetos relacionados con los casi 70 años de la carrera de Bob Dylan, desde manuscritos de algunas de las mejores canciones de la historia de la música hasta grabaciones inéditas, serán exhibidas para darle entrada a los aficionados más fieles.
Los visitantes obtendrán, con el toque de un dedo, lo que las generaciones de los dylanólogos más ávidos solo han soñado: un mapa paso a paso, palabra por palabra, de cómo Dylan escribió una canción.
Habrá una habitación llena de artefactos como la chaqueta de cuero de Dylan del Festival Folclórico de Newport de 1965 y una fotografía de Bob Zimmerman de 16 años posando con una guitarra en un campamento de verano judío en Wisconsin, habrá otras con una pantalla digital que permitirá a los visitantes revisar 10 de los 17 borradores conocidos de la críptica canción de Dylan de 1983 Jokerman.
La pantalla resaltará los cambios escritos a máquina y a mano que Dylan hizo a lo largo de los manuscritos, mostrando, por ejemplo, cómo la línea "Eres un hijo de los ángeles/Eres un hombre de las nubes" en la primera versión de la canción se modificó, poco a poco, para terminar: "Eres un hombre de las montañas, puedes caminar sobre las nubes".
La exhibición Jokerman es solo un ejemplo de cómo los organizadores del Centro Dylan, que costó $10 millones de dólares y abre el martes, pretender ofrecer quizá la mirada más intima hacia la vida y obra del músico.
Además de las exhibiciones enfocadas en el trabajo de Dylan, la instalación de dos pisos y más de 2 mil 600 metros cuadrado tendrá una galería rotatoria que presentará el trabajo de otros creadores. El primero es Jerry Schatzberg, el cineasta y fotógrafo que fotografió la portada del álbum de Dylan de 1966, Blonde on Blonde.
El Centro Dylan, ubicado en un extremo de un edificio industrial de ladrillos de un siglo de antigüedad en el centro de Tulsa, también está cerca del Centro Woody Guthrie, dedicado al héroe temprano de Dylan.
El archivo completo es también un lugar especial para investigadores acreditados, ya que incluye enormes cantidades de papeleo, así como películas, grabaciones, fotografías, libros, instrumentos musicales y curiosidades como cajas de cerillas en las que Dylan garabateó algunas palabras.
El archivo ya ha comenzado a remodelar los estudios de Dylan, un tema ahora completamente adoptado por la academia, dijo Douglas Brinkley, profesor de historia de la Universidad Rice quien, junto con su esposa, Anne, es donante y asesor del Centro Dylan.
“Realmente esperamos que los visitantes se vayan con la sensación de que pueden aprovechar sus propios instintos creativos, su propio impulso para la expresión artística, en cualquier medio que sea”, dijo Steven Jenkins, director del centro.
De manera característica, Dylan, completamente activo a los 80 años, con una gira en la carretera y un nuevo libro que saldrá en el otoño, ha evitado obstinadamente involucrarse en intentos de examinar su propio trabajo, y no participó en el centro que lleva su nombre, sin embargo, su oficina comercial en Nueva York ha estado muy involucrada.
Además de aportar una de sus puertas de herrería para la entrada, el premio Nobel no ha hecho ningún reconocimiento a la institución en su honor que estaba a punto de abrir el próximo 10 de mayo.
El desafío para el Bob Dylan Center es hacer que el archivo sea comprensible para el público no especializado, y al mismo tiempo, aprovechar sus profundidades para complacer a los expertos en Dylan más exigentes.
“Estoy más interesado en esto como un archivo viviente más que como un museo”, dijo Alan Maskin de Olson Kundig, la firma de arquitectura y diseño detrás del recinto. “Un museo implica una voz que todos aceptan como verdad”.