Originarios de la ciudad de Nueva York y nombrados por ese mismo lugar, los New York Dolls fueron los pioneros musicales más importantes de su generación.
Con su llegada a la escena musical en 1971, una marcada por el éxito del sonido disco y el rock en sus diferentes subgéneros, demostraron estar muy por delante del resto de la manada, marcando el inicio de todo ese sonido revolucionario que salió de Nueva York durante la década de 1970: Los Ramones, Television, y Max's Kansas City, entre muchos nombres más.
Fuente: Radiónica
Se distinguen entre la audiencia como los padres fundadores del punk y del hair metal, pero los dolls sonaban a un rock alocado con un ritmo casi bailable, como si Little Richard tocara enojado y con un poco más de prisa, y para sumarle a su notable tonada, la rasposa y reblede voz de David Johansen que marcó época uno de los líderes vocales más llamativos de la época, y su vestimenta, por supuesto, de muñecas de aparador, un llamado de guerra a las autoridades que solían encarcelarlos por suplantación de identidad femenina.
Su fascinante historia de éxito y atrevimiento es solamente empatado por su dosis de tragedia, una causada por los golpes de la adicción a la heroína que cobró la vida de cuatro de sus integrantes, que curiosamente o de manera macabra es lo que asegura su lugar en la inmortalidad de la música.
Aunque no se trata de una de las bandas más acreditadas comercialmente hablando como lo fueron los Beatles, sus contemporáneos, los New York Dolls fueron más que solo padres de un sonido, como su contraparte, definieron estilos e inspiraron modas, y es que, al adoptar esta escencia en el escenario con trajes andróginos, pelo altamente esponjado y maquillaje, identidades como el drag fueron encontrando su lugar mientras bandas como los Sex Pistols, Blondie, Patti Smith y The Damned, como tantos otros, oyeron su llamado.
No obstante, desde la muerte de Billy Murcia en 1972 por una sobredosis accidental, hasta la muerte de Arthur Kane por leucemia, en 2004, la banda ha padecido de cambios constantes en su formación.
A continuación exploramos este legado pero ahora a través de algunas de sus canciones más emblemáticas:
Stranded in the Jungle, 1974
La banda llevó a cabo una versión de la canción original del grupo The Jayhawks en su álbum Too Much Too Soon, de 1974 que lanzaron como sencillo principal del álbum.
Más tarde, David Johansen incluyó una versión en vivo en su álbum Live It Up, que fue lanzado en 1982.
La canción es una de las canciones más populares de los Dolls.
Jet Boy, 1973
Jet Boy fue el tema de cierre del álbum homónimo de la banda. Escrita por David Johansen y el guitarrista Johnny Thunders, fallecido en 1991, la canción cuenta sobre la figura de un jet boy que vuela por la ciudad de Nueva York.
De acuerdo al productor del álbum Todd Rundgren, la canción imprime la energía salvaje con la que llegó la agrupación.
La banda interpretó el sencillo el 27 de noviembre de 1973 en The Old Grey Whistle Test, lo que llevó al presentador del programa a referirse burlonamente al grupo y a la canción como mock rock; ve el video a continuación:
Looking for a Kiss, 1973
De su álbum New York Dolls, lanzado en 1973, esta canción podría pensarse que trata sobre un hombre enamorado en busca de un beso, sin embargo la canción hace referencias a la heroína y el estar en búsqueda de un "beso" de esta sustancia.
Sin embargo, se trata de una de las canciones más importantes del grupo, una que ejemplifica excelentemente su rudeza y peculiaridad.
Teenage News, 1984
El álbum Red Patent Leather, donde se encuentra esta canción, fue compuesto y lanzado un mes antes de que se disolvieran por primera vez. La canción fue escrita por el cantante principal de la banda, Sylvain Sylvain, y se convirtió también en su debut en solitario más adelante.
Personality Crisis, 1973
Personality Crisis es uno de los temas clásicos de los New York Dolls; escrita también por David Johansen y el guitarrista Johnny Thunders, la canción se convirtió en una de las pistas de glam-punk más definitivas de todos los tiempos.
La letra de la canción habla de cómo en medio de múltiples culturas y tratando de complacer a todos, a uno le resulta difícil retener la originalidad, y en cambio, opta por moldearse en lo que otras personas esperan que sea.
Una primera versión de la canción se utilizó en la colección Lipstick Killers- The Mercer Street Sessions, de 1972.