Extendiéndose a través de la pintura, la fotografía, el performance, la escultura y la poesía, Kim Soun-Gui, nacida en 1946 en Buyeo, Corea, ha explorado las posibilidades del sonido, la experiencia humana, las definiciones de arte y el capitalismo global.
Graduada del Departamento de Pintura de la Universidad Nacional de Seúl, se sumergió en la deconstrucción de la pintura, hasta que en 1971, fue invitada por el Centre Artistique de Rencontre International de Niza para trabajar a Francia, donde encontró empleo como maestra en la École Supérieuredes Beaux-Arts de Marseille desde 1974, desde donde ha desarrollado activamente sus proyectos artísticos.
Ahí, donde el debate intelectual libre se estaba llevando a cabo activamente desde la época de las protestas de 1968, Kim trabajó junto con grupos de artistas experimentales como Supports / Surfaces, con quienes presentó obras que combinan filosofía, arte y tecnología, incluida Situation Plastique, de1971, y otras representaciones y obras de video a gran escala, en lugares públicos.
En 1982, Kim se fue a hacer una artista de mochila, recorriendo varios países del mundo, explorando la cultura y las artes de Oriente y Occidente. Mientras estuvo en Nueva York, se asoció con artistas de video como Nam June Paik, Ko Nakajima e Ira Schneider. Con su creciente interés por el video y la multimedia, organizó Video & Multimedia: Kim Soun-Gui y sus invitados, en 1986, con quienes presentó trabajos multimedia que combinan objetos y videos, como Tatata y Vide & 0.
Kim durante una conferencia en el Soungui Kim Art Festival que se llevó a cabo en el American Center en 1975. Fuente: The Artro
Para cuando sus obras llegaron a su natal Corea, sirvieron como una sorpresa refrescante ante los choques con el estado.
Desde finales de la década de 1980, la artista se volcó a temas relacionados con la expansión del capitalismo global y los cambios estructurales en la sociedad debido a Internet, haciendo de sus obras como O-time y Voie-VoixLactée (Vía Láctea) algunas de las muestras más imponentes.
Para finales de la década, produjo Stock Exchange, que adoptó un punto de vista crítico de la civilización en el que el valor del capital tiene prioridad sobre todos los demás valores, y destacó la invasión estadounidense de Irak, realizando entrevistas con esteticistas de renombre mundial como Jacques Derrida y Jean-Luc Nancy para discutir los valores y roles del arte en la era neoliberal.
Desde entonces, el trabajo de Soungui continuó abordando los efectos del capitalismo global y los avances tecnológicos en la sociedad.
Y es que, a pesar de la crítica de la sociedad capitalista, Kim ha vivido una vida como las nubes, que se transforman libremente y van a la deriva haciendo sus propios caminos en el cielo. Al final, esa es la vida de la artista coreana Kim Soun-Gui, que vive una vida que no se limita a las formalidades, sino abre nuevos caminos del arte antes de su tiempo, creando nuevos caminos en tierras inexploradas.
A través de su ejemplo, uno que se mantiene activo al día de hoy, ha abierto caminos constantemente a nuevos territorios y se ha presentado al público como un caso de convergencia entre disciplinas y géneros, incluidos los relacionados con la ciencia y la tecnología y las artes, ya que, desde su propia deconstrucción, desafía lo que somos y lo que conocemos, haciendo que su viaje artístico siempre esté un paso por delante.